jueves, 27 de noviembre de 2014

INÉDITOS (III) de Víktor Gómez





























yo nací en la gran capital. a los dos años y medio renací en una cuidad de provincias, costera y luminosa, antigua. hoy entiendo que no vivo en la ciudad sino en los afectos, la memoria y el lenguaje no domesticado. un barrio muy pequeño: un inagotable universo. un queso gruyere. lo rizomático. es ese ahora y ahí en su inexpugnable concentración y belleza el no-lugar desde el que es posible leer el mundo en el corazón de una oruga o besar el vuelo de la polilla. vivir o escribir, ser caligrafía o humo de hoja prendida, tiza o talco, ser hebilla, botón, alfiler, pompa de jabón, cucharilla, aceite, marcapáginas, rulo, ser ella, tú, nadie, aquel, todo eso es verdad ahora, en mi vida y su libre espacio, ante los ojos de la humildad y el calor de la hereje locura en la frontera de la música y el azar de los cuerpos que se aman. en este no-lugar ni censores ni amos ni jueces ni lacayos ni bufones ni prostituidos ni un catecismo ni un reformatorio ni un manicomio ni un cuartel militar, ni un centavo ni una corona. sólo ese azar de lo amado en el desorden del caos nutritivo, sólo las heridas sanadas en la efervescencia del sueño, en la morosa rozadura del disenso y la cópula, en las imprevisibles danzas y en los ineludibles abrazos, en la trinchera y en la revuelta, también en lo común y en lo calmo. yo no vivo en una ciudad, sino en la fiebre del tú, en la extranjería radical del poeta, en ese pobre y sombrío Jardín de los huérfanos emancipados. no hay recompensa, éxito o fracaso, no hay medición, impuesto o prebenda, ni mucho menos moraleja. de morar este ahora, constatar su ahí, asumirlo, cuidarlo, como un secreto desvelado en lo inútil y llano del diario consistir. de morar ese imposible ahora, es este mediodía y su ronroneo... la salud de los vínculos -de (nos)otros, el hogar.


Víktor Gómez

De "Otro decir por decir"