Bitácora de Víktor Gómez “Valentinos para compartir noticias, actos y novedades culturales, escrituras, encuentros literarios, presentaciones de libros, crítica y reseñas y otras varias curiosidades.
lunes, 28 de octubre de 2013
Caja de luz: Para las suaves manos de los ausentes
Caja de luz: Para las suaves manos de los ausentes: El óxido se posó en mi lengua como el sabor de una desaparición. El olvido entró en mi lengua y no tuve otra conducta que el olvido...
domingo, 13 de octubre de 2013
DOS ENTREVISTAS INÉDITAS A EDUARDO MILÁN
elMontevideano - Laboratorio de Artes: DOS ENTREVISTAS A EDUARDO MILÁN: por María Inés Castro UNO: “IGNORANCIA ES TAMBIÉN NO SABER DÓNDE SE ESTÁ PARADO, DESDE DÓNDE SE HABLA (reportaje recuperado de...
La poesía es algo sin lo cual no puedo concebir mi existencia. No puede, en mi caso, resultar de otro modo después de más de casi 40 años en el tema y la gran mayoría de esos años en la escritura. Podría, como es común, no haber escrito ni una palabra poética. No sería el que soy. De modo que no puedo separar ser y hacer en este caso. Luego, un poco más contextualizado el tema, la poesía significa para mí estar en el terreno de los huesos duros de roer. Hay quien toma la práctica poética como algo “habitual”. Es totalmente falso. Uno se habitúa a la poesía. Pero si hay algo que la poesía no es nunca es “habitual”, una calle, una silla, un naranjo. No en este tiempo, sí tal vez en otro en el que la relación humana con lo que considera esencial fuera una práctica de cierta frecuencia. En todo caso, hacer hábito de la poesía me parece lo que aparta a un poeta de alguien que no es poeta. Uno se habitúa a lo inhabitual. La poesía es tan extraña como la vida cuando es considerada con énfasis (para parodiar a Drummond de Andrade). ¿Un poco de chispa, no? Un poco de fuego, por el aro de fuego. Y un poco más adentro, la poesía es un terreno donde se debate a cada momento su posibilidad. Esto es histórico, no esencial. Seguimos sin saber qué es la poesía desde un punto de vista social o cuál es su lugar en una agrupación humana, su relación con la tecnología, con el resto del arte y sus nuevos soportes. Y esto, estas preguntas que se formulan, si recuerdas, desde el siglo XIX, desde el romanticismo alemán, desde Hölderlin: “¿Para qué poesía en tiempos de penuria?” (hay otra versión más polémica y secular, pre-nihilista, que dice: “¿Para qué poesía en tiempos sin dioses?”), son las que retrotraen el problema hacia su debate verdadero. Lleva al molino de la poesía -“alimento del espíritu”. Lo cierto es que la poesía es totalmente necesaria para quien la quiere.
La poesía es algo sin lo cual no puedo concebir mi existencia. No puede, en mi caso, resultar de otro modo después de más de casi 40 años en el tema y la gran mayoría de esos años en la escritura. Podría, como es común, no haber escrito ni una palabra poética. No sería el que soy. De modo que no puedo separar ser y hacer en este caso. Luego, un poco más contextualizado el tema, la poesía significa para mí estar en el terreno de los huesos duros de roer. Hay quien toma la práctica poética como algo “habitual”. Es totalmente falso. Uno se habitúa a la poesía. Pero si hay algo que la poesía no es nunca es “habitual”, una calle, una silla, un naranjo. No en este tiempo, sí tal vez en otro en el que la relación humana con lo que considera esencial fuera una práctica de cierta frecuencia. En todo caso, hacer hábito de la poesía me parece lo que aparta a un poeta de alguien que no es poeta. Uno se habitúa a lo inhabitual. La poesía es tan extraña como la vida cuando es considerada con énfasis (para parodiar a Drummond de Andrade). ¿Un poco de chispa, no? Un poco de fuego, por el aro de fuego. Y un poco más adentro, la poesía es un terreno donde se debate a cada momento su posibilidad. Esto es histórico, no esencial. Seguimos sin saber qué es la poesía desde un punto de vista social o cuál es su lugar en una agrupación humana, su relación con la tecnología, con el resto del arte y sus nuevos soportes. Y esto, estas preguntas que se formulan, si recuerdas, desde el siglo XIX, desde el romanticismo alemán, desde Hölderlin: “¿Para qué poesía en tiempos de penuria?” (hay otra versión más polémica y secular, pre-nihilista, que dice: “¿Para qué poesía en tiempos sin dioses?”), son las que retrotraen el problema hacia su debate verdadero. Lleva al molino de la poesía -“alimento del espíritu”. Lo cierto es que la poesía es totalmente necesaria para quien la quiere.
sábado, 5 de octubre de 2013
EL NO-LUGAR EN LA POESÍA DE ADA SALAS. SOBRE EL LIBRO "LIMBO Y OTROS POEMAS"
LIMBO Y OTROS POEMAS, de
la poetisa extremeña Ada Salas, es un libro-navaja-de-verdad. Cada palabra es un
punzón al espeso muro del lenguaje sobre el que se ha construido la falaz
historia oficial del mundo. La voz-mujer es poderosa en su fragilidad, intemperie
y solitaria resistencia, justo por eso, porque es una voz-hacia-la-verdad. Una
flecha que atraviesa la noche. Un canto que es redondeado por el agua. Agua que
origina la sed. Sed de ser, de un ser de palabras hacia la verdad de las cosas.
Cosas sencillas e inmediatas. Y otras inalcanzables, por microscópicas o
estelares. La mujer-voz canta y no canta, porque es arrastrada por las aguas de
Ofelia. Pero el libro no tiene porqué seguir el orden de las páginas. Quizá
haya otra lectura posible. Esa es la que quisiera exponer, pormenorizando en
cada poema mi lectura y las relaciones que he experimentado, vivido, entre cada
texto y mis lecturas de otros autores, algunos citados necesariamente en
epígrafes al principio de poemas o secciones en el libro. Este poetizar de Ada
Salas podría ser una cima sobre la arrasada llanura de lo abisal, un montículo
sobre el Infierno, un balbucir lo que en íntima revelación la poeta siente como
verdad para su posible sobrevivir a un tiempo envilecido y empobrecido. Pobreza
que a más de material, es sensitiva, intelectiva, musical. Limbo, Umbral,
¿posibilidad en lo insufrible de lo inesperado?
(Inicio del estudio
"Aproximación al no-lugar en la poesía de Ada Salas. Sobre Limbo y otros
poemas. Pre-textos, 2013")
Etiquetas:
ADA SALAS,
PRE-TEXTOS
miércoles, 2 de octubre de 2013
Diez mil mirlos para salvar el mundo
Diez mil mirlos para salvar el mundo
Queremos cambiar nuestro mundo
y necesitamos superhéroes como tú.
Sin árboles no hay vida
¡Date prisa! Solo nos quedan 9 días.
Queremos cambiar nuestro mundo
y necesitamos superhéroes como tú.
Sin árboles no hay vida
¡Date prisa! Solo nos quedan 9 días.
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