viernes, 28 de junio de 2013

domingo, 23 de junio de 2013

NOVEDAD EDITORIAL: TRAZAS DEL CALÍGRAFO ZURDO (VARASEK ED. JUNIO, 2013), DE VIKTOR GÓMEZ VÍDEO PRESENTACIÓN LIBRERÍA PRIMADO



Vídeo obra del poeta Miguel Iñiguez. Incluye lectura de los poemas. A partir del minuto 28:06 intervencion de Viktor, presentación y lectura de poemas.


Presentación de Varasek Ediciones en Valencia, el 20 de junio de 2013, en Libería Primado. Acompaña el editor, Antonio Cordero, así como el poeta Bruno Muntané, con su obra "La maleta de Stevenson" así como Viktor Gómez con "Trazas del calígrafo zurdo". De este último acompañamos lo que fue su introducción y aproximación a la lectura de las "Trazas". 

En  http://www.pordondepasalapoesia.net/ se puede adquirir desde internet. 


La presentación a TRAZAS DEL CALÍGRAFO ZURDO


Gracias a Librería Primado, a A. Cordero, Beatriz Ruibal y Enrique Mercado (Varasek edicones), a Daniel Bellón que seleccionó y ordenó hasta darle el cuerpo actual a estas trazas, a  Elena Escribano y a todos los maestros y docentes, a Jesús Ge, por sus antihaikus, a Yaiza Mtez y Javier Gil por sus sabios consejos, a Víctor Silva por su crítica cultural, a mi familia y amigos, por soportarme con mis rarezas y torpezas, a todos los asistentes y en especial a Alberto Giordani y Elisa González, éste libro va con ellos.


1

Creo que el principal activo de nuestra sociedad en este presente herido son los vínculos. Trazar los vínculos, resolverlos en red, como una horizontal e incondicional comunidad.  Ese tejido de amistad, de cordial convivencia, de gestión de contrarios intereses y necesidades, ese tejido de los vínculos se forja desde la vida y la memoria. Recordar, revivir, releer la historia. Saber que pasado y presente son una sola y misma realidad. Compleja, multitudinaria realidad. Una realidad que es siempre un fluir. Fluir entre lo perdurable y lo borrado, entre lo finito y lo inabarcable, entre el logro y los daños. Si me preguntan qué es o para qué sirve la poesía, me ponen en un serio aprieto. No lo sé. Sólo puedo dar cuenta sólo de la poesía que me ayuda a vivir, que interesa tanto como respirar o comer, y por ende, no puedo vivir ya sin ella. Es la poesía que mira al mundo, que da cuentas del mundo. La poesía como escucha de lo sucedido en el mundo. Poemas que me escuchan y os escuchan. Y desde ahí, hacen un diálogo que deviene en lo político, es decir, en lo que hay que convenir para organizar la vida social. Si la poesía no me ayuda a “situarme” ante los conflictos del ahora, ya sean en lo íntimo o en lo público, las dos caras del encarar “quién soy”, no me interesa gran cosa. Leer, escribir, en mi caso, son una sola cuestión. Una caligrafía. Es decir, lo que desde mí puede hablar con vosotros. Una subjetividad que aspira a dialogar contra su encierro en si misma y a participar de lo que en países como China, India o Japón se llamaba “yo + no-yo” es decir, una persona humana. Una poesía descentrada del ego, desde el que se apoya e impulsa para salir al encuentro de lo que es vida, historia, memoria, vínculo. Caligrafía de un zurdo, del impoder, de la esperanza.


2

En este librito que se presenta hoy, Trazas del calígrafo zurdo, se propone una escucha musical. Hacia una música de sentido. Música rota, incompleta. No es necesario atender desde la racionalidad tanto como desde la sensibilidad e intuición del que escucha una composición o el que está serenamente a orillas del mar, bajo una pinada, solo y escucha un entorno significante. Puede ocurrir que emanen sensaciones o percepciones diversas entre los asistentes. Todas son válidas, pues no hay intención de dogmatizar sino de exponer. Y como la música que solemos escuchar sin imposiciones, un sentido y sentidos abiertos a diversas interpretaciones.



3  

Historia del tanka y deriva de estas trazas: 





遺棄死体数百といひ数千といふいのちをふたつもちしものなし
Ikishitai suuhyakutoii/suusentoiu inochiwofutatsu/mochishimononashi.

El número de cadáveres:
a veces dicen cientos, otras dicen miles;
mas no hay quien tenga dos vidas.
Toki Zenmaro (1)

Los primeros tanka datan de más de 1450 años. Su primera utilidad fue transmitir mensajes secretos entre amantes. Una sucinta síntesis a la mañana siguiente de una apasionada noche en la que el autor devolvía con sutiles palabras su gratitud al amante proporcionador de tan ardientes placeres. Eran mensajes cifrados que dificultaban la comprensión real de la misiva. Así se hacía porque los tanka pasaban por varias manos antes de llegar al destinatario y se podía dar el caso caer en poder de alguna persona inconveniente. Esa ininteligibilidad protectora de la intimidad entre los amantes, así como la esencialidad del texto fueron el primer aliciente del autor de Las trazas del calígrafo zurdo, solo que su(s) amante(s) o destinatarios son aquellos que conocieron y/ reconocen en las víctimas de persecución, cárcel, tortura o exterminio: Zarpazos de la Historia oficial. Y lo que se protege aquí es la verdad de los torcidos, tan ninguneada o subvertida a favor de los opresores. Lo político se activaría en este libro desde un desafío a la memoria y una revisión de las versiones oficiales. Pero a la postre, todo se juega en la lectura abierta que se ejerza a partir de ahora. En esa lid se propone un diálogo con lo destrozado y destrazado del presente. Trazas y humo en tiempos de gran orfandad. Poesía ajustada a un estuche cifrado cuya clave poseen a medias autor y lector. Los poemas así admiten lecturas desde lo político a lo íntimo: lo inesperado.