domingo, 2 de diciembre de 2012

JUAN CARLOS MESTRE: UNA CITRONETA AZUL PEQUEÑO VALS VIENES (vídeo versión musicalizada y texto)

.
.
.

.
.
.
.
.

La citroneta azul

En una citroneta azul
haciendo sonar el claxon de la luna
voy de regreso al pueblo donde mis amigos
salen cada noche a esperar los ovnis.

Sueñan en el cielo las estrellas
y las fugaces sombras de las niñas muertas
elevan en los prados sus cometas
con recados para los platillos voladores.

Todo esto se podría decir de otra manera
si allá tras las cortinas del espacio
existiera el silabario, el colibrí, la esfera
del vagabundo aerolito de los pájaros.

Yo no espero otra luz que la tristeza
de quien regresa a una escuela abandonada
donde aletean todavía en la pizarra
las mariposas blancas de la melancolía.


Juan Carlos Mestre

JUAN CARLOS MESTRE: RETRATO DE FAMILIA (vídeo y texto)

.
.
.

.
.
.

.
.
RETRATO DE FAMILIA

Ciego de Ávila, provincia de Camagüey, isla de Cuba. Mi abuelo tocaba el clarinete y tenía un cinturón con hebilla de oro.

Esto sucede en 1920, delante de una tela pintada con y pájaros que habrían de ser multicolores.
En una calle de La Habana, recién llegado de Vigo, Leonardo Mestre le compró a su novia una peineta de carey.
Están los dos, él lánguido de ojos y con un traje de lino. Ella, bajo la luz de los trópicos, es bella y me mira.
Han conocido el ancho cielo y los grandes peces de los mares. Su juventud es dichosa como la aventura que acaban de descubrir.

Entonces se han colocado para la fotografía y con ella, como el que es alegre y vencido por el amor, entran en el hermoso sueño de la vida.

Ya nada pudo separarlos, sólo ellos saben porqué fue aquel el instante preciso del milagro.
Yo podría continuar esta historia pero no sé si en 1920 había chevroles en Cuba.

Juan Carlos Mestre, Antífona del otoño