miércoles, 29 de febrero de 2012

FERNANDO MENÉNDEZ: UN HOMBRE POR VENIR

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Quema con una cerilla las cuatro esquinas de un folio. El fuego tiene una mirada en el pasado. Los bordes, ahora ennegrecidos y dentados, dan un peligro de nostalgia, un consuelo de mentira. Se pone un vestido negro, desliza las manos por el estómago.  Hubo un hombre que asomaba su miedo por los perfiles.
Colocaba un cigarrillo en la oreja: podía esperar.
Repetía su reproche: todo el mundo necesita pertenecer a algo.
Con las manos aún en el estómago piensa en un juego.
Si escribe cabeza abajo varios números seguidos, dan la impresión de una escritura lejana, hermética.
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La escritura de un hombre por venir.
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La nieve, dijo a los suyos, es una cosa muy rápida que parece lenta.
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Domingo.
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Todavía nos asustan las sirenas de las ambulancias.
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Fernando Menéndez, Un hombre por venir (Icaria, 2008)
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sobre el poeta, en Isla Kokotero
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