jueves, 8 de diciembre de 2011

JAQUES DERRIDA: PORVENIR & I NJERTO TEXTUAL

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El porvenir sólo puede anticiparse bajo la forma de peligro absoluto. Es lo que rompe absolutamente con la normalidad constituida y, por lo tanto, sólo puede anunciarse, presentarse bajo el aspecto de la monstruosidad. Para este mundo por venir y para lo que en él haya hecho temblar los valores de signo, de habla y de escritura, para lo que aquí conduce nuestro futuro anterior, aún no existe exergo.
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Escribir quiere decir injertar. Es la misma palabra. El decir de la cosa es devuelto a su ser-injertado. El injerto no sobreviene a lo propio de la cosa. No hay cosa como tampoco hay texto original.

De este modo, todas las extracciones textuales (...) no dan lugar -como se hubiera de suponer- a "citas", a "collages", ni siquiera a "ilustraciones". Aquellas no se aplican a la superficie o en los intersticios de un texto que ya existiería sin ellas. Y ellas mismas no se leen sino en la operación de su reinscripción, en el injerto.  Violencia insistente y discreta de una incisión inaparente en el espesor del texto, inseminación calculada de lo alógeno en proliferación, gracias a la cual ambos textos se transforman, se deforman uno a otro, se contaminan en su contenido, tienden a veces a rechazarse, pasan elípticamente del uno al otro y, así, se regeneran en la repetición, en el borde de un punto por encima. Cada texto injertado continúa irradiando hacia el lugar de su extracción y también lo transforma afectando al nuevo terreno. Es definido (pensado) por dicha operación a la vez que él define (piensa) la regla y el efecto de la operación.
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Jaques Derrida