miércoles, 2 de marzo de 2011

CARLOS IZQUIERDO: Tres poemas de LOS CUATRO ELEMENTOS (Inédito)

-
-
-
-
-
-
-

Los frutos derribados

al borde del camino

se deshacen y endulzan

la tierra con su pulpa,

se funden con la tierra,

el gran fruto caído,

pulpa para el abismo.


.
.
.
.
.



.
.
.
.
.

Las cenizas des-

moronadas en

el cenicero

humean pero

la brasa del cigarro

que se consume nos

dice que el pájaro

todavía es posible.

.

.

.

.



.

.

.

Inspiro. Y sólo me separa

del universo la débil

veladura de la carne.

-

-

.

Carlos Izquierdo, joven poeta valenciano, de su poemario inédito Los cuatro elementos (2010-2011)

GERARDO DENIZ: ASOMBRO DE LOS FRAGMENTOS Y EXCEDENCIA DEL LIMITE

-
-
-
-

La poesía de Gerardo Deniz es difícil, hermética; no es un poeta del lenguaje sino construido con fragmentos, pero en el fondo y eso es lo increíble a juicio de Víctor Manuel Mendiola, “es un poeta de la representación, de la realidad, del poema como referencia y creador de una especie extrañísima, el realismo sucio”.
.
-
-
Extractado de Conaculta, sigue acá
-
-
-



-
-
-

ACERTIJO
-
-
ILUSTRES y poderosos hermanos
no habrá por estos rumbos nada rupestre.
Fresco sí.
-------- Según los mandamases de la literatura,
Sófocles y Dante lo recogían en botes viejos de leche
--- condensada
-por tener el tamaño y la forma ideales-
y se pasaban las horas examinándolo, tragándolo,
--- revolviéndolo con el meñique.
-
-
De vómito se trata.
------------------- Han adivinado.

-
-
-
-
-

-
-
-
-
CONFESO
-
-
En mi alto armario de luna,
entre el traje de Pierrot y un camisón,
cuelga, de un gancho atornillado en la coronilla,
el esqueleto del significante.
Así concluyó, hace años ya,una larga antipatía entre él y migo.
(Del significado tengo sólo huesos sueltos
en una caja de cartón, sobre la tabla de arriba,
con el vestido de novia de mi esposa
que el jeopardo olfatea.
-
-
Del poemario Grosso modo
-
-
-
Ver otros 4 poemas de Gerardo Deniz en el blog del poeta Marcos Canteli, dando la voz, aquí.
-
-
-
-



-
-
-
-

nec plus quam minimum

La seca lluvia vertical continuaba,

ningún nacido de mujer había entrado nunca en la oficina,

decirle de prisa frases ambiguas, vejarlo y multarlo,

sellos amoratados, reglamentos, tubos de luz sanvito,

letras grandes en las ventanas decían algo al revés.

Afuera gris arriba, gris abajo.

Entonces el del escritorio de reclamaciones,

el que fue ascendido al otro día,

sacó un dedo por ver si amainaban las gotas ganchudas:

tal fue el clinamen.

La lluvia

con un estruendo de dominó ateo

se derrumbó en sí misma. Al rato

notaron que ya había un sol redondo,

nació suelo verdiazul bajo las nubes nuevas,

pasaban saurios, hordas, bergantines.

Fue la primera vez

que apagaron, cerraron y salieron.

La cajera, la gorda, se despidió gritando:

–¡Mañana habrá causantes! ~

© Vuelta, 17, abril de 1978

-
-
-
-
En la revista Letras Libres abundan textos del y sobre el autor mexicano nacido en 1934.
-
-
-
.