sábado, 30 de julio de 2011

POESIA Y RESISTENCIA MAPUCHE



El Poeta mapurbano David Aniñir lee en el recital que organizó el Colectivo de Arte Caja Negra en homenaje a la presa Política Mapuche Patricia Troncoso. En el encuentro hubo lectura de poesía, performance y video arte. 26 de enero del 2008. En vivo desde el Vouyer de la Poesía, para La Belleza de No Pensar. Movimiento Lúdico Films. Cámara y Edición Ignacio Muñoz.








Dedicado a Matías Catrileo, Alex lemun y todos los luchadores del Pueblo Mapuche que cada día son encarcelados, torturados y asesinados por el Estado Chileno y su teatrocracia. yo te nombro libertad poema de Paul Èluard interpretado por Reincidentes punk Rock español
americalatina indigena y mestiza

martes, 26 de julio de 2011

POESIA HOY, por idoia Arbillaga (artículo en prensa sobre la Carta abierta en defensa de la pluralidad y convivencia poéticas)





LA RAZÓN. 06.JULIO.2011.
POESÍA HOY
(Por Idoia Arbillaga)


Suficiente es leer a poetas tan notables y diferentes como Cecilia Quílez, Miguel Ángel Curiel, Beatriz Russo, Víktor Gómez, Esther Ramón, Ernesto García, Oscar Curieses, Jordi Doce, Nuria Ruiz de Viñaspre, Juan Soros, Luis Luna o Julieta Valero, para comprender que la mayor riqueza de la poesía en lengua española estriba en su pluralidad formal. Éstos, y otros casi 400 lectores, críticos y poetas, hemos firmado recientemente la llamada: “Carta abierta en defensa de la pluralidad y convivencia poéticas”. El texto, que ya ha alcanzado una gran difusión, defiende la “pluralidad poética heredada”. Desde sus más tempranos orígenes, la poesía hispana se desarrolló a través de varios cauces formales, siempre ha habido poéticas más cultas y de metaforología más rica e intrincada, frente a poéticas más populares, sencillas y más ausentes de ornato. Estas dos vertientes han producido múltiples poéticas de diferente dispositio, todas ellas de gran altura poética, y así ha de seguir siendo. La carta denuncia el mercantilismo ligado a la poesía y a aquellos que pretenden erigir una única poética como la más necesaria y representativa de hoy. Castelar afirmaba que la historia del arte es también la historia de la libertad. Ciertamente, el arte es reflejo del Espíritu humano y su diversidad; el arte es reflejo de la necesaria libertad que habita en nuestra naturaleza más íntima y humana. La poesía no puede ser sólo Una. La poesía es libertad y la libertad poesía.




http://cartabiertapluralidadespoeticas.blogspot.com/

lunes, 25 de julio de 2011

HUGO MUGICA: lo cotidiano y el no comentar. Poesía sin el autor.

LO ABIERTO

Cae quieta la lluvia,
lo abierto mana.

Cae la lluvia, cae sobre
la espera,

en la caída la lluvia es su camino
y el camino su llegada.

Hay que osar lo abierto y la caída:
el desierto de la sed
no la sed del desierto.













EN PLENA NOCHE



También en plena noche
la nieve
se derrite blanca

y la lluvia
cae
sin perder su transparencia.

Es ella, la noche,
la que nos libra de los reflejos,

la que nos expande
las pupilas.

Lo que busca con su bastón
el ciego es la luz, no el camino.

HOMENAJE A LA POESIA AFRICANA




Durante el XXI Festival Internacional de Poesía de Medellín se celebró un homenaje al espíritu del origen, a los cantos tribales africanos que originaron la actual poesía. Este video muestra la poderosa presencia africana en el Festival, que con sus cantos y poemas nutrió a miles de hombres y mujeres, jóvenes y niños, que se agolparon en lugares públicos y auditorios cerrados, a través de los 164 actos que configuraron la reciente edición de este Festival, considerado por el Encuentro de directores de festivales internacionales de poesía como el mayor del planeta, y que contribuyó a la fundación del Movimiento Poético Mundial. El principal artífice de la participación de la poesía africana en Medellín en 2011 fue Peter Rorvik, director de Poetry Africa, a quien la ciudad le debe entera gratitud

viernes, 22 de julio de 2011

MARTA AGUDO. La certidumbre de lo dislocado. "28010" (Novedad 2011, Calambur)

Si en Fragmento, su primer libro, marta Agudo se valía de un despersonalizador para metaforizar el vínculo con el lenguaje, las servidumbres del cuerpo y el dolor de la conciencia, en 28010 el yo se adueña del discurso desde la cita inaugural. Sumido en «la mañana más blanca del mundo», en el cero arrasador, el yo responde al desafío de una realidad que le exige actuar. Pero no podrá hacerlo sin unas coordenadas a las que asirse: una fonética (idioma o lengua), una sintaxis (las relaciones sociales), una geografía (un lugar en el que poder reconocerse) y una secuencia (tiempo). La autora se adentra de este modo en un proceso de reescritura personal con el propósito de crear la «ficción» de sí misma, de concebir un sujeto en el que reconocerse.








SINTAXIS


6.

Hay un rojo sanguíneo : la transexual periferia del lenguaje. La miro, como quien contempla la perfección de un muerto, como quien roza el privilegio de la flecha o los saltos de un día a otro con la dulce fluidez con que ríen los idiotas.



II.

La sintaxis del ausente, sus días incrustados. Fascismo de todo tiempo y lugar.








GEOGRAFIA


8.

…Y me da miedo el espacio, le dice un crío de seis años a su madre cuando cruza la puerta del colegio.  Aquí, en mis calles, la angustia se atenúa: veintiocho cero diez.


 



Marta Agudo Ramírez (Madrid, 1971) poeta y doctora en filología, estos textos pertenecen a 28010 (Calambur, 2011)


jueves, 21 de julio de 2011

GLORIA FUERTES, POETA DE GUARDIA, la más actual y necesaria


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Sale caro, señores, ser poeta.
La gente va y se acuesta tan tranquila
−que después del trabajo da buen sueño−.
Trabajo como esclavo llego a casa,
me siento ante la mesa sin cocina,
me pongo a meditar lo que sucede.
La duda me acribilla todo espanta;
comienzo a ser comida por las sombras
las horas se me pasan sin bostezo
el dormir se me asusta se me huye
−escribiendo me da la madrugada−.
Y luego los amigos me organizan recitales,
a los que acudo y leo como tonta,
y la gente no sabe de esto nada.
Que me dejo la linfa en lo que escribo,
me caigo de la rama de la rima
asalto las trincheras de la angustia
que nombran su héroe los fantasmas,
me cuesta respirar cuando termino.
Sale caro señores ser poeta.

viernes, 15 de julio de 2011

EMILY DICKINSON Y LOS INDIGNADOS

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All men for Honor hardest work
But are not known to earn--
Paid after they have ceased to work
In Infamy or Urn--

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Por honor todos nos afanamos,
pero nada se sabe del salario;
se paga a la tarea concluida
en infamia o en urna. 
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By homely figt and hindered Words
The human heart is told
Of Nothing--
'Nothing' is the force
That renovates the World--
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Tener habilidades
domesticas y ser torpe al hablar
no dice nada del corazón del hombre.
Esa nada es la fuerza
por la que el mundo se va haciendo nuevo.







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Traducción de Carlos Pujol para Ed. La Veleta (Granada) 
para el libro Emily Dickinson. Algunos poemas más

HUGO MUJICA PREGUNTAS Y RESPUESTAS (I)

Entrevistador - ¿qué te abre el poema de Rene Char?


Hugo - Cuando las cosas coincidan con lo que son y no otras. Así es ese canto por un regreso, yo diría una recuperación de lo noble. Es un poema sobre la recuperación de la nobleza.


Entrevistador - ¿qué es la nobleza para ti?


Hugo - Que las cosas coincidan con lo que son, desnudadas de toda apariencia. Quizá eso sea la poesía también.





 - nosotros venimos de una memoria inolvidable por no tenerla... siempre nos falta con ese origen... vivimos como entre dos abismos que taponamos mitos de origen, metas de destino... el silencio fue un viraje en mi vida... el silencio cuando es humano no es silencio... es volverse escucha... escuchar es volver a un lugar de recepción... 

el hombre es un ser de escucha






 - cuando te estás desprendiendo del ruido y todavía no estás en silencio estás en plena pérdida y además el ruido es aquello con lo que te identificas... 
quien soy yo ahora... ser ese que escucha y que intenta dejar hablar eso que soy yo hablando ser"mi hablar" o ser "mi escribir"... pensamiento y poesía van juntos... me defino como un poeta filosofo... amar es crear






HACE APENAS DÍAS

Hace apenas días murió mi padre,
hace apenas tanto. 
Cayó sin peso,
como los párpados al llegar
la noche o una hoja
cuando el viento no arranca, acuna. 
Hoy no es como otras lluvias
hoy llueve por vez primera
                  sobre el mármol de su tumba. 
Bajo cada lluvia
podría ser yo quien yace, ahora lo sé,
                              ahora que he muerto en otro.






Hugo Mujica conversa en el programa de la televisión chilena Una Belleza Nueva de Cristian Warnken.

www.hugomujica.com.ar
www.unabellezanueva.org

martes, 12 de julio de 2011

NOVEDAD EDITORIAL: LOS SUMERGIDOS de Miguel Ángel Curiel


SABINAS
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¿Qué otro árbol podría agarrarse de esa
manera al sol y al viento? ¿Te has agarrado así
alguna vez a la vida? O esas perchas de luz
que se mecen en las higueras. Así, los nudos
secos de mis palabras se desatan aquí por un
tiempo, por la ciudad que se aleja lentamen-
te, como una placa de memoria desgajada.
Rotura natural, implacable. Con todo eso
nunca olvidaré dónde está. Llevo la llave de
una puerta traída de la sierra. ¿Quién inventó
entonces las ventanas, los ojos de las casas?
Incluso cuando están vacías, ellas ven. El cris-
tal se empaña rápidamente. Las palabras lo
empañan todo. Así nos alzamos de puntillas
para ver el paso del desfile, los pájaros que
chillan o esas ascuas de espinas que remuevo
para sacar las palabras entre la ceniza verde.
Te quemas en el silencio de la raíz. No hay un
nudo que desatar en mi garganta o unos ojos
helados en el sol.

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LA FIESTA
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Unas palabras que ya no se cotizan, que
no ascienden una vez liberadas, o porque hay
demasiada luz, o se cargan con más peso del
que debieran asumir. De todos modos las he
leído en la fiesta y la gente ha aplaudido. Sa-
car  un papel doblado del  bolsillo de la cha-
queta, ahí están escritas. Unos renglones que
ascienden. Pensé siempre que lo que escribi-
mos o decimos debía ascender, aunque fuera
ligeramente, y si fuera posible salirse del pa-
pel. Ascender, como la alegría  más  leve, no
como el caracol o la babosa, que se deslizan
dejando  una  marca amarilla, unas líneas de
baba, de mucosidad cruzándose en los techos
y en las paredes blancas. Palabras que van de
una oscuridad a otra. Trazos lentos y sin ori-
gen. No es porque me haya puesto ahora un
caracol  en el brazo  esperando  que  me reco-
rra  que  digo esto. No  era  un buen ejemplo
para lo que quería decir. Las palabras deben
ascender, así es que no deberían encadenarse
unas a  otras, sino soltarse al momento para
abrir  el espacio. No  deberían formar una 

pesada cadena. Cierro  los  ojos y  me duelen
los  eslabones  de nieve. Ellas mismas dejan
el mundo  por  un instante y  no pesan. Allí
arriba parece que hay puentes metálicos, las
cabras de montaña los cruzan pero de una in-
visibilidad a otra. Era más fácil elevar metales
que piedras, casi todo era más fácil que eso.
Esos puentes metálicos más ligeros, que flo-
tan en la alegría allí arriba. Hasta las palabras
de amor pesan  demasiado para esta misión;
hermosas, no hablan más que de la posesión.
Son como las  cometas de papel, sólo el hilo
es lo que las hace volar, estar en el aire. Roto
el hilo caen en la turbulencia. Caen rompién-
dose en la fiesta. Un hilo que une la ternura
a la violencia del aire las hace estar allí arriba,
a veces bailando, otras quietas. Pero no qui-
se leer esto en la fiesta. Les hubiese parecido
un texto  demasiado  disipado, efervescente;
un hielo desaparece en el licor. Hay quien se
mete piedras  de hielo  en la boca, caramelos
del pasado. Bocas frías, eso hice antes de leer
el texto  ascendente, dejar  piedras  de hielo
en las  bocas  de los  comensales. Pero  no leí
esto. Tenían que ascender como cometas sin
hilo, o si no cometas, algo parecido a las sá-
banas, algo muy blanco en el aire casi tan li-
gero como las nubes. Esas sábanas en el cielo
descendiendo ligeramente o quedándose para

siempre como pájaros de hilo que chillan. Leí
algo más directo, pero esas palabras se soste-
nían mal, eran lombrices salidas de la tierra,
perforadoras de los  instantes, palabras oscu-
ras aireando la cal o los montones de arena.
¿O no hacen eso estas lombrices un poco an-
tes  de que  llueva, escribir palabras indecisas
en la luz, o ese silencio de ramas en el que te
dispersas demasiado?


Bajo mis pies hay dinosaurios, bordes de
abismo, alas de hueso. ¿Qué soy entonces, el
ujier de estos  misterios, un hombre  libre  o
una liebre borracha?


Otra vez puentes metálicos allí arriba so-
bre esas ondulaciones de hierba peinada o sá-
banas, y  al final ese  paisaje  donde ella baila
con  las  raíces, una  hondonada  con  árboles
clavados, chopos boca abajo. ¿No será eso lo
que se llevan mis ojos al corazón, un paisaje
abierto por un río seco? 


Nunca se hizo  el milagro. Durante mu-
chos años lo esperaste. Qué queda entonces
sino la gravilla blanca de los  viejos caminos
o ese retrato de mujer que has dibujado con
carboncillos, un rostro blanco. Al menos tie-
nes su maquillaje en los dedos. ¿Cuánto tiem-

po estaría subiendo el hombre para traer las
palabras verdaderas al mundo. Y esos árboles
quemados, dónde tienen las bocas y las ore-
jas? Sólo veo nudos de silencio en la madera y
muy arriba astros con víboras. 


¿Si escucháis por las raíces las campanadas
de hielo, no podríais escucharme a mí que ya
no hablo? Pero esto no lo dije en la fiesta, sino
otras cosas menos invisibles, que se libran de
mí y me dejan más vacío y ligero que de cos-
tumbre. Esto lo notas bien al meter la mano
en el agua, nunca dejas de ver la mano en el
agua. Una mano sumergida en el agua; era así
la escritura de la alegría, y la mano que escri-
bía, al arrastrar las  palabras, no era más que
una  mano sumergida  o  sometida al silencio
del  agua y  la trasparencia, o  como lágrimas
de gusano mientras saca el hilo de su muer-
te. Toda mano escribe sumergida. ¿Ycuánto
tiempo la tuve bajo el agua aún cuando esta
estaba fría a principios de abril? Pero lo que
quería decir  no era  esto, se trataba  de algo
más transparente, menos pesado, como ma-
nifestar una dicha, y esa dicha era la misma
que  la del  día. Poco  podía  aportar  a  la luz,
y mi sombra en la hierba era siempre mayor
que yo. Me marché de la fiesta por las som-
bras de la noche.


Existía entonces un espacio para las pala-
bras no corrompidas, donde estas establecían
con la luz un reino invisible.
Pero a veces nos eran arrancadas de la boca
con fuerza.

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TACHADO
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Lo  que  fue  tachado  para no ser  aún  se
puede leer. Otra vez las escribo hasta que sa-
nen. (Mientras se hace hielo en el congelador
mi mano se quema en la nieve). Frutos , ojos
duros. De  noche la lluvia quema mis oídos.
Todo lo que escribo se secará.

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Miguel Ángel Curiel (2011, Almud Ediciones)
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