domingo, 3 de octubre de 2010

NOCHE PRIMERA, de José Ángel Valente


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-¿El lenguaje se ocupa sólo de sí mismo?-

No en Valente, quien, de alguna manera
a través de su poesía expuso la ligazón entre
cuerpo y alma, entre palabra y con-moción
de una manera tan abisal, que sólo quien
lea con la integridad del ser conectará con
su posibilidad dialógica.
Noche primera exige al lenguaje humildad
y desnudez, porque al fondo, en lo más íntimo
del ser humano, temblor desnudo, humilde
nómada, la sed que convoca y la sombra que visten
son apenas avatares de lo innombrable. Y lo
innombrable, verdad y fin, un movimiento
entre la compasión y la nada. Lo inconcluso
y un tú en alerta. Alguien viene, que ya estaba,
que no hemos olvidado, que tiene respuestas,
que no habla.

Víktor Gómez
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José Ángel Valente, en su casa en Almeria
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NOCHE PRIMERA
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Empuja el corazón.
quiébralo, ciégalo,
hasta que nazca en él
el poderoso vacío
de lo que nunca podrás nombrar.
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Sé al menos,
su inminencia
y quebrantado hueso
de su proximidad.
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Que se haga noche. (Piedra,
nocturna piedra sola.)
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Alza entonces la súplica:
que la palabra sea sólo verdad.

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J.A. Valente