domingo, 18 de enero de 2009

CARMEN CAMACHO: ENTREVISTA Y POEMAS INÉDITOS (II)

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Continuamos con la charla-entrevista a Carmen Camacho. Dos de tres. Y con dos poemas inéditos. Se ruega lectura lenta y más.

Y os recuerdo, que el próximo viernes 23 en Libreria Primado y el sábado en Café El Dorado estará junto a Alberto García-Teresa y David Franco Monthiel, recitando, re-citando...
Víktor


V. - ¿Cómo definirías tu poesía? ¿Qué objetivos priorizas en ella?


Uf, no tengo ni idea. No sé cómo definirla, eso es difícil para mí. Últimamente pienso bastante en ello. Me considero personilla intensita en palabra, obra y omisión, pero la apariencia de las cosas que hago creo que tienen la impronta de lo fresco…o al menos a mí me lo parecen, no sé. Aunque, bien mirado, lo uno no tiene por qué estar reñido con lo otro… Ya lo tengo: vital. Creo que la poesía me sale vital, sí. Esa es la palabra.

Y en las prioridades… no priorizo nada a la hora de escribir, dejo que la escritura misma me cuente cosas. Así al menos es cuando escribo poesía. Nunca me sé cómo va a terminar un poema –y si algún día terminará siquiera-. Nunca sé tampoco qué bofetá o qué abrazo me va a dar lo que escriba. Siendo así, llevando hasta allí la escritura, ella se convierte incluso en una cosa peligrosa, entraña sus riesgos: que muchas veces me he dicho a la cara cosas que ni quisiera y ahí están. Luego viene el trabajar el poema hasta dejarlo como el poema quiera, también, que a una automáticamente no le podrá salir casi nunca lo que quería decir-o el poema decirle-. No sé si me explico.

Y se me olvidaba: que esta cosa de este proceso así y su resultado, yo entiendo (o mejor dicho, he comprobado) que no acaba siendo casi nunca una pamplina individual, de lloriqueo o verbeneo flácido: que he visto que lo que se escribe de una misma a veces es tan común que lo entendemos todas. Tan especialita no soy. Es más, me gusta ser común.


V.- ¿Qué considerás no valido en poesía, qué rechazas de entrada en tus procesos de lectoescritura?

No, no vale todo en la poesía, creo yo. Todo es poesía menos la poesía, decía el Parra. A veces me lo parece. No veo que sea poesía las chorradicas burguesas o progres de uno solo, ni lo que pase el escrutinio del filólogo, ni lo que se escriba con voluntad otra (de triunfar, de ponerse una estupenda tontamente, de publicar, de cumplir consignas, en definitiva, económicas y sociales –dicho sea eso de “sociales” malamente- ). Me vale el juego, la indagación, el lenguaje con las carnes abiertas, el verbo hecho verbo y habitando entre nosotros. Lo que no sea eso, intentar escribirlo no puedo, querer leerlo no quiero, me duermo.






V. - ¿Qué tipo de realismo consideras valido en poesía?



C. - Uf, difícil también, la pregunta. A ver, es que tendríamos que empezar a hablar primero de qué es realismo y más, de qué es realidad y cosas desas. Yo soy muy agustiniana en eso –no del de Hipona, de Agustín García Calvo-. No tragar con la falsía de la Realidad ya es todo un paso. Y desde ahí, lo dicho: que lo que me es común a los demás me interesa, y ese es el “realismo” más válido en poesía que conozco.



¿Qué valoras más de tus lecturas últimas?

Mis lecturas últimas… soy un auténtico caos leyendo. Puedo leer a la par 20 libros, de los cuales acabo algunos, otros los dejo (o ellos me dejan a mí, yo ya ni sé) y otros acabo releyendo como quien una y otra vez se acuesta con el mismo porque tantísimo le gusta. Siempre digo que soy una pésima lectora, pero una estupenda relectora, ahí aprovecho a tope.

Destaco, no puedo evitar, de mis penúltimas relecturas, “Los Poemas del Bloqueo”, de Luis Melgarejo, que lo acaban de reeditar con primor en Los Cuadernos del Vigía.



¿Con qué poetas animarías a los jóvenes hacia lecturas críticas de poesía?

Soy antigüita antigüita en esto: yo les daría una selección de preciosuras de Lorca, no sé, les buscaría unos textos en prosa, o sus postales mismo, que tiene las palabras dando saltos … Los mandaría luego un rato con Ory, a que se estuvieran ahí con los Aerolitos divirtiendo. ¿Y del Aníbal Núñez primero? ¿qué me cuentas? Ya sé que el último Aníbal era ya para morirse del gusto, pero el de “Amiga te contemplo mientras suena/ lusindescai güiz daiamons” engancha y tanto. Y a Chicho Sánchez Ferlosio, cantadito y todo. Bueno, y si están crecidos, les pongo algo del Blake. Y el “me desordeno amor, me desordeno” de Carilda. Y a Safo, con la lengua espesada al punto, sintiéndose infeliz. Los mandaría además a los jóvenes todos, a los carnavales de Cádiz, a que escucharan romanceros y coplillas por la calle, y a casa de mi tía Loles, para que les diga alguna letrilla mientras se comen una sopa de tomate. Y al Parra, claro. Y Las Ciudades Invisibles, que no es poesía pero sí o no sé. Y las adivinanzas de Isabel Escudero, si esos jóvenes tienen aún cerquita en el tiempo al niño que son. Para el colmo de los colmos ya: si la cosa va en serio yo les daría el texto “Tres docenas de consejos para poetas jóvenes” que le leí a Riechmann en su libro maravilloso Resistencia de Materiales.



















DOS POEMAS INÉDITOS



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La música será la peor. Apestará a tabaco, vacilará a las pavas. De nuevo ese olor, a pescado podrido. Avisa de la etapa negra. La última vez, su hermana miró debajo del armario para asegurarse de que no había ningún bicho muerto. Sólo las tristes saben que así sólo pueden oler dos cosas: el vientre corrupto o las circunstancias.


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Aquella noche no buscó entre las gentes. No regresó ningún amante. No escribió la carta. No terminó el esquema. No se disculpó ante su hermana. Esas no son cosas de avestruces.

MARIANO MARTINEZ: PIEDRA PAPEL TIJERA (I)


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Me quemo vivo
en este presente
que no echa a andar


tiene el cuello roto


es un fraude
lleno de mierda


tiene tantas preguntas
como el veneno de la duda


pero lo vivo como mis poemas:


es un gran orificio
que conserva la escena del crimen


Mariano Martínez
Piedra Papel Tijera
Rúbrica Editorial, 2008