En algún lugar del poema hay, sin embargo, un núcleo; una suerte de verso dado —el poema de Milán, que es visiblemente un artefacto, sólo puede considerarse conceptual en la medida en que el concepto pueda surgir de una inspiración: hay algo que el poeta oye, casi siempre dentro de su mente misma —como los locos—. Por ejemplo: “Trabajó de pájaro durante algunos años.” A partir de esa formulación el poema se arma como una textura —un sistema inestable— de asociaciones fónicas, léxicas, semánticas, pero sólo con cadenas que se forman o bien en el significado más craso o ya en el eco del significado, en lo que queda de la acepción de una palabra una vez que su sentido visible se ha evaporado o callado: “La gente es indigencia pura / formando agencias de indigencia / —no sé si para compra / —no sé si para venta / o si para colocación / acodado en la nada un loco llora / —no sé si parará.” Rebotes de toda índole: paranomásica (gente/agencia/indigencia; para/parará), brutalmente semántica (compra/venta), sustitutiva (“nada” en lugar de “barra”), que es donde en verdad se acoda “la gente”, esté loca o no.
Bitácora de Víktor Gómez “Valentinos para compartir noticias, actos y novedades culturales, escrituras, encuentros literarios, presentaciones de libros, crítica y reseñas y otras varias curiosidades.
viernes, 27 de junio de 2008
Eduardo Milán arrasa el sistema por Edgardo Dobry
En algún lugar del poema hay, sin embargo, un núcleo; una suerte de verso dado —el poema de Milán, que es visiblemente un artefacto, sólo puede considerarse conceptual en la medida en que el concepto pueda surgir de una inspiración: hay algo que el poeta oye, casi siempre dentro de su mente misma —como los locos—. Por ejemplo: “Trabajó de pájaro durante algunos años.” A partir de esa formulación el poema se arma como una textura —un sistema inestable— de asociaciones fónicas, léxicas, semánticas, pero sólo con cadenas que se forman o bien en el significado más craso o ya en el eco del significado, en lo que queda de la acepción de una palabra una vez que su sentido visible se ha evaporado o callado: “La gente es indigencia pura / formando agencias de indigencia / —no sé si para compra / —no sé si para venta / o si para colocación / acodado en la nada un loco llora / —no sé si parará.” Rebotes de toda índole: paranomásica (gente/agencia/indigencia; para/parará), brutalmente semántica (compra/venta), sustitutiva (“nada” en lugar de “barra”), que es donde en verdad se acoda “la gente”, esté loca o no.
ANA PEREZ CAÑAMARES Y DAVID GONZALEZ: Por donde pasa la poesía
("Novia vestida de luto", 2002)
2 de Junio, 2008
Escribo porque mi madre no escribía; escribo porque no tengo jardín ni perro y vivo en un lugar sin mar; escribo porque mi voz y sus ecos me hacen compañía; porque soy un laboratorio y quiero difundir los resultados de mis experimentos; porque, siempre, después de analizarme, levanto la cabeza y observo dónde me coloca lo que he visto, y esto también tengo que escribirlo; escribo para decir “yo también” o para preguntar “¿tú también?”. Escribo para saber si tengo que perdonarme, pedir disculpas o exigir responsabilidades. Escribo para ser agradecida y también para cagarme en todo lo que se menea. Escribo porque sé hacer otras cosas, pero ésta es la que elijo y la que siempre me espera. Escribo para rescatar aquello en lo que quiero creer, lo que no puedo olvidar; para salvar mi voz del barullo. Escribo porque entiendo a Virginia Woolf, a Anne Sexton, a Sylvia Plath, pero yo quiero sobrevivir y seguir escribiendo. Escribo porque quiero que se sepa con qué fuerza lo intenté, y con qué fervor lo intentaron otros. Para hacer del fracaso un lugar habitable. Escribo para no dejarme invadir y colonizar. Escribo para ser la primera en acusarme de falsedad o hipocresía o cobardía, antes de que lo hagan los que se fortalecen acusando a los otros. Escribo porque no sé gritar sin quedarme afónica. Escribo porque una palabra precisa me aparta de la confusión. Escribo para llegar al lugar donde las dudas ya no son defensas ni huidas, sino brazos abiertos a los cómplices. Escribo porque a mi ansia de comprensión sólo la calma y la humaniza la constatación de sus límites. Escribo para encontrarle utilidad a las heridas. Para que mi hija conozca lo que no supe o no me atreví a explicarle a la cara. Escribo porque los momentos en que escribo nunca son iguales entre sí, y me salvan de la rutina. Escribo porque la belleza no sólo consuela, sino que es lo único que me permite mirar el dolor cara a cara. Escribo para que lo propio y lo ajeno se disuelvan. Escribo porque lo escrito es el disfraz más honesto y más cercano a la piel que conozco. Escribo para no dar nada por sabido.
Por donde pasa la poesía. En mis vivencias como en mis lecturas y también y no menos importante en las "redes de la web 3.0" Hay poetas que hacen senda en su ir adelante. Es el caso de Ana Pérez Cañamares y David González. La suya es una laboriosidad fecunda y revulsiva, que anima a desperezarse, que enciende las arterias de fuego y palabra, que se alza en caminar por lo real, por lo libertario, por lo poético y asambleario, por lo fraterno y complice, por la decidida y aceptada estrategia de ser para los otros puente, canto, caudal, trinchera.
De sus blogs y de sus recitales se comprende y aprende a valorar la poesía como algo más que versar. Un conversar, un transversar que igual señala a los criminales y denuncia las tropelías de los puños invisibles del poder como besa y susurra a los que apuñalados o desaparecidos (Ej.: Raul Nuñez, poeta grande y pionero en España de una escritura de no ficción desbordada y que sobrepasó las etiquetas del realismo sucio para espaciar un estrecho y anginoso pasillo de poéticas peninsulares agotadas y previsibles). Pero que nadie se confunda. Estos generosos y corajudos poetas son sin otro epíteto o cliché, sencillamente, POETAS. Y por donde pasa la poesía peninsular, sin duda, aunque algunos que podrían no quieran reconocerlo. Dejé dos muestras mínimas pero suficientes de su escritura arriba. E invito a visitar sus blogs, porque desde ellos se abren las venas de la tradición otra. La no subvencionada. La imprescindible.
Víktor Gómez
Sus Blogs:http://elalamadisponible.blogspot.com/
http://www.davidgonzalezpoeta.com/
http://enlatierradegoliat.blogspot.com/
http://davidgonzalezpoeta.blogspot.com/
JAVIR GIL: Poesía en lentitud y precisión
lamento del sapo por stanley hook
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juan gelman escribió un poema sobre el sapo de stanley hook,
un sapo íntimo mortal y moral y coral
stanley hook dejó solo a su sapo,
voló, se voló de melody spring
y, así, el sapo se quedó solo.
melody spring no lloró la muerte de stanley hook
el sapo sí, lloró y lloró
sobre la tierra, húmeda de llanto, de su mano
y recordó: «no hacía tanto stanley hook me amaba,
oh pedazo esmeralda, decía el lindo stanley».
melody spring, un jueves de noche y el hondo lamento
de un sapo caballito cantor de la humedad
que volvió a tener miedo a la lluvia
--------------------- Javier Gil Martín
http://ciudaddelhombre.blogspot.com
FUNDACION INQUIETUDES: Tomás Segovia y los sonetos votivos en edición al cuidado de Javier Gil
------------------------------------------ Tomás Segovia
La fundación nace con un espíritu joven, internacionalista, democrático, crítico, activo y solidario, con el objetivo de crear una estructura de carácter internacional capaz de impulsar y coordinar iniciativas, proyectos y actividades de la sociedad civil para la sociedad civil y trabajar en los procesos de integración europeo e iberoamericano.
Su sede principal está en Madrid, puerta estratégica de comunicación entre la Unión Europea e Iberoamérica. La fundación cuenta con una sede en Argentina y próximamente se constituirán sedes en Chile y Panamá.
La fundación realiza, entre otras, las siguientes actividades:
Trabaja por el reforzamiento y la construcción de identidades comunes, como la europea y la iberoamericana.
Fomenta la inquietud y la participación activa de los jóvenes en todos los ámbitos de la sociedad.
Crea redes de jóvenes capaces de articular proyectos académicos, políticos sociales y emprendedores.
Promociona los valores de igualdad, tolerancia, respeto de los derechos humanos y unidad en la diversidad.
Organiza cumbres y encuentros; genera espacios de debate y foros de discusión que impulsen la integración en todos los niveles: local, nacional, regional e internacional.
Instrucciones para abrir una caja fuerte
La colección Instrucciones para abrir una caja fuerte es la apuesta por la poesía de Fundación Inquietudes. Se trata de una colección de poesía iberoamericana que reunirá obras de autores esenciales para captar el pulso de la poesía escrita en lengua española.
Número 1 (en preparación): Sonetos votivos de Tomás Segovia
Con el apoyo de: Institució Alfons el Magnánim y Universidad Politécnica de Valencia.
Sinopsis
Una cuidada edición, revisada por el autor, que recopila el conjunto de sonetos amorosos - eróticos (sonetos votivos) publicados hasta la fecha por el poeta Tomás Segovia.
Será la primera vez que los sonetos votivos, momento cumbre de la poesía amorosa contemporánea en lengua española, aparezcan reunidos como libro en España. La compilación cuenta con una nota introductoria del poeta Carlos Piera.
Tomás Segovia (Valencia, 1927)
Ha publicado numerosos libros (prosa, poesía y ensayo) por los que ha recibido importantes premios, entre los que destacan el Premio Octavio Paz de Poesía y Ensayo (2000) y el XV Premio Juan Rulfo de Literatura Latinoamericana y del Caribe (2005).
Entre sus obras destacan, en poesía, Anagnórisis (1967), Figuras y secuencias (1979) Cantata a solas (1985), y Fiel imagen (1997); en el género del ensayo, Contracorrientes (1973), Poética y profética (1986) y Alegatorio (1997); y traducciones de Victor Hugo, André Bretón, Gerald de Nerval y Rainer Marie Rilke entre otros.
Carlos Piera (Madrid, 1942),
Reconocido poeta y lingüísta, es uno de los principales conocedores de la obra de Tomás Segovia, y reivindicó su poesía cuando la obra del poeta aún no era muy conocida en España. Escribió el prólogo para la edición de Poesía de Tomás Segovia, publicada por Galaxia Gutemberg - Círculo de lectores.
Tres sonetos votivos
I
Si te busco y te sueño y te persigo,
y deseo tu cuerpo de tal suerte
que tan sólo aborrezco ya la muerte
porque no me podré acostar contigo;
si tantos sueños lúbricos abrigo;
si ardiente, y sin pudor, y en celo, y fuerte
te quiero ver, dejándome morderte
el pecho, el muslo, el sensitivo ombligo;
si quiero que conmigo, enloquecida,
goces tanto que estés avergonzada,
no es sólo por codicia de tus prendas:
es para que conmigo, en esta vida,
compartas la impureza, y que manchada,
pero conmovedora, al fin me entiendas
II
¿Qué sabes tú, qué sabes tú apartada
injustamente en tu crüel pureza;
tú sin vicio, sin culpa, sin bajeza,
y sólo yo lascivo y sin coartada?
Rompe ya esa inocencia enmascarada,
no dejes que en mí solo el mal escueza;
que responda a la vez de mi flaqueza
y de que tú seas hembra y encarnada;
que tengas tetas para ser mordidas,
lengua que dar y nalgas para asidas
y un sexo que violar entre las piernas.
No hay más minas del Bien que las cavernas
del Mal profundas; y comprende, amada,
que o te acuestas conmigo o no eres nada.
V
Toda una noche para mí tenerte
sumisa a mi violencia y mi ternura;
toda una larga noche sin premura,
sin nada que nos turbe o nos alerte.
Para vencerte y vencerte y vencerte,
y para entrar a saco sin mesura
en los tesoros de tu carne pura,
hasta dejártela feliz e inerte.
Y al fin mirar con límpida mirada
tu cuerpo altivo junto a mí dormido
de grandes rosas malvas florecido,
y tu sonrisa dulce y fatigada,
cuando ya mis caricias no te quemen,
mujer ahíta de placer y semen.
JOHN BERGER: poemas de(l) otro mirar
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CONTADORES DE HISTORIAS
Escribiendo
acurrucados junto a la muerte
somos sus secretarios
leyendo a la luz de la vida
completamos su libro mayor
donde termina ella,
colegas míos,
empezamos nosotros, a ambos lados del cadáver,
y cuando la citamos
lo hacemos
sabiendo que la historia está a punto de acabar.
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