martes, 1 de abril de 2008

JAVIER GIL MARTIN: palabras del ciudadano en nomadeo

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Seis poéticas con forma de crimen

IV

quiero perder
tu rastro mientras pueda
asir tus manos

(a tientas)


J.Gil Martín

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ANIMALES PALABRAS



¿Son vida las palabras o van contra la vida?

Alfonso Costafreda
I
LA PALABRA ESCRITA

Perdóname la tristeza
de amarte en las palabras,
animales de la ausencia.


II
LA PALABRA OLVIDADA

Sepultada en el tiempo
una oscura palabra,
animal en letargo dispuesto a despertar.


III
LA PALABRA SUSURRADA

La palabra, animal silente
que roza tu lengua como yo,
con ahogada dulzura.



Javier Gil Martin (Madrid) poeta, editor y filólogo, lector crítico y feraz, con una singular capacidad para captar y aprehender los mejores poemas de las más diversas tendencias y épocas gracias a una extraña y prodigiosa sensibilidad, intuición y cultivado criterio. Edita junto a Esther, Nuria y otros compas La revista internacional 13Trenes.
Su devenir se ha entrecruzado con poetas como Carlos Piera, que han sido decisivos en la mesura, autoexigencia y nomadeo creativo, lejós de las tendencias o grupos en litigio por abanderar una poética dominante en el presente. Será porque su poesía aspira a ser solo eso, poesía. Sin servidumbre al flujo cultural o político de una epoca o de una cultura masiva.

Su poesía se extiende lentamente, como gota de aceite sobre un mantel blanquísimo, que no quisiera entintar salvo con la palabra esencial, con un habla suficiente. Aborda lo humano, con sutileza, se interroga sobre las posibilidades de comunicación y arte, sobre las causas y efectos de nuestra inteligencia emocional, sobre el presente y sus riesgos de zozobra y deshumanización.

De su quehacer dan cuenta, minimamente:

http://ciudaddelhombre.blogspot.com/
http://trecetrenes.blogspot.com/

TINO CASSI: música de violín y flecha



CONFORT

La pregunta inocente
estallando en crisis minúsculas...


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FOSFORESCENCIA

Aquí , sólo hay neblina
y un insecto cristalino
resbalando en su fosforescencia…






LA SIN RAZÓN DE LA INFAMIA
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A la calle le duele
el árbol que nadie mira;
a la lluvia,
el aire a nostalgia que no se siente.
Al tiempo,
las grietas de los pies descalzos
y la inocencia perdida…
la indiferencia
que sube, pasa
y se esconde en su café apresurado.
A la conciencia, la sin razón de la infamia
que se lava y se perfuma
entre segmentos de papel
con los que cree poder pagar
lo que no puede comprarse.




Tino Cassi (México)