martes, 8 de enero de 2008

FRANZ TAMAYO: cuando poesía y política se tatúan en el corazón

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Gari, Julius, quizá este poema os revele una forma otra de aproximarse a la pasión, al versar amoroso, en forma y modo que titila lo inmarchitable, líricamente hablando, sin renunciar al binomio gamonediano de belleza y justicia para la más digna poesía.

Vuestro Víktor
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La víbora invisible



---------------------------------------------------- Romance Aymara


Qué sabor tiene el perfume
Que exhala tu obscura tez!
Como una flor se consume
Mi beso en tu obscura tez.
Qué tibio imán invencible
Envuelve tu obscura tez?
-Una víbora invisible
Virtió su magia en tu tez!
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Desmayan en pleno vuelo
Las aves si oyen tu voz.
Dulce envenenado anhelo,
La muerte fluye en tu voz.
¿Qué caricia aborrecible
Rompe en cristales tu voz?
-Una víbora invisible
Canta ardorosa en tu voz!
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Amor tu cadera enarca
Y vierte su fiebre en ti!
Como en mecedora barca
Mi afán apareja en ti!
¿Qué sortilejo terrible
Sacude tu cuerpo así?

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-Una víbora invisible
Baila enloquecida en ti!



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Nació en La Paz, en 1958. Escritor, periodista cultural y pedagogo. Vivió en las poblaciones mineras de Siglo XX y Llallagua. En 1976, como consecuencia de sus actividades políticas, fue perseguido, torturado y encarcelado. Estando en el Panóptico Nacional de San Pedro y en el campo de concentración de Chonchocoro-Viacha, escribió su libro de testimonio Huelga y represión, hasta que en 1977, tras ser liberado de la prisión por una campaña de Amnistía Internacional, llegó exiliado a Suecia.


Cursó estudios de pedagogía en la Escuela Superior de Profesores, en Estocolmo. Dictó lecciones de quechua en institutos, coordinó proyectos culturales en una biblioteca y ejerció la docencia durante varios años. Ha publicado: Días y noches de angustia (premio nacional de cuento, UTO, 1984), Cuentos Violentos (1991), El laberinto del pecado (1993), El eco de la conciencia (1994), Antología del cuento latinoamericano en Suecia (1995), Palabra encendida (1996), El niño en el cuento boliviano (1999), Cuentos de la mina (2000), Entre tumbas y pesadillas (2002) y Fugas y socavones (2002). Dirigió las revistas literarias PuertAbierta y Contraluz. Escribe para una veintena de publicaciones en América Latina y Europa.


Es miembro de la Asociación de Escritores Suecos y del PEN-Club Internacional. Participó en el Primer Encuentro Hispanoamericano de Jóvenes Creadores, Madrid, 1985, y fue uno de los principales organizadores del Primer Encuentro de Poetas y Narradores Bolivianos en Europa, Estocolmo, 1991.


Su obra mereció premios y becas literarias. Tiene cuentos traducidos y publicados en antologías internacionales. Es redactor responsable de la edición digital de Narradores Latinoamericanos en Suecia:


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http://www.narradores.cjb.net

DOMINGO LOPEZ: Insistencia de lucidez en tiempos sombrios

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Domingo López.


Un poeta que se abrasa en el otro, un observador quemado bajo el sol de los penados, un tranquilo y pertinaz lector que atisba lo real y dibuja su baba, su rocío, su hálito, su remora, su aire suelto, su ponzoña, su belleza, su dolor...


Desde Sanlucar (Cadiz), nacido igual que un servidor en el 67, su prosa desmitifica la aventura de vivir y a la vez irradia vitalismo positivo y crítica resistencia a la vulgaridad, a la banalidad, a la estulticia. Es cercano, claro, meticuloso para hurgar en lo que tapa un leproso, esconde un borracho o niega un desocupado. Nos situa siempre enfrente de lo que no es moda o relax. Nos dispone a que revisemos conceptos básicos como gozar, libertad, amistad, silencio, soledad, compromiso, ternura. Y los desenmacara, les quita la costra de hipocresía o la máscara falaz y social. Porque lo que parece interesarle a Domingo, más que una verdad categórica es la autenticidad, la acción desnuda y clara, la transparencia en el mirar y el desear, y por consiguiente ese desertar de las propuesta ególatras y superconsumistas que nos hacen autoritarios, insolidarios, desalmados, bobos, bobos de requetetomate. Pero mejor leerle, mucho más sano y enriquecedor. Lo suficiente, entre su prosa ágil e imaginativamente mordaz y su bucanera poesía de resistencia. Todo eso que desarrolla en su muy interesante blog:


Víktor Gómez




EL GANSTER


El mosquito vino para picarme, estoy seguro. Primero dio varias vueltas de reconocimiento sobre mi cabeza, relamiéndose y sin quitarle ojo al lustre de mi calva. El lugar ideal para un discreto aterrizaje y una posterior y placentera succión, deduje achinando los ojos. Lo oí zumbar y me quedé quieto, con el pitillo humeante en la boca. Se posó disimulando sobre mi mano derecha - que dejé astutamente como cebo sobre la mesa - y aunque soy diestro, aproveché que la tenía cargada, la saqué con la zurda de la sobaquera y apunté lo mejor que pude.- Muere, vampiro - dije apretando el gatillo.El tiró lo reventó, salpicando de tripitas y de sangre la pared. Y entonces, sonriendo, con la Veretta en alto por si volvía otro insecto, fui a quitarme el cigarro de los labios y no pude.




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BANDERA NEGRA
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Éramos
los que no nos enterábamos
de qué iba la cosa,
los que siempre perdíamos el tren, el bus,
las oportunidades y el tiempo,
los que escribíamos en una trinchera
con los dedos de una mano
porque la otra la empuñábamos
dándole forma de pistola
o porque con ella tirábamos las piedras.
Éramos
los que no reían las gracias,
los que gruñían y enseñaban los dientes,
los que hacían la puñeta,
los que tirábamos por la ventana
la casa, las botellas,
el porvenir y las palabras,
los que nunca eran nombrados
cuando pasaban lista
en la entrada de ningún redil.
Éramos
los que soñábamos con la bomba,
las fieras ingratas del zoo,
los que nadie leía
ni jamás llegarían a nada,
los ninguneados,
los que metían el palo en las ruedas.
Éramos nosotros,
los que fintaban, los lobos,
los nunca invitados,
los enemigos, los que siempre se iban
por fin
dejando atrás un rastro
de cortes de manga, fuego
y poemas rotos.
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Domingo López