martes, 30 de septiembre de 2008

ANTONIO GAMONEDA: Poesía es creación desde el no saber sabiendo

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En luz no corrompida es fotografia de José Luis López Moral

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Algo que he escuchado a Antonio Gamoneda en un par de ocasiones y que es nuclear en su concepción de la actitud y disposición del poeta a la hora de crear, de crear poesía...



“Voy a hablar de algo de lo que no sé nada”,

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“de lo que nadie sabe nada”.


Crear parte del no saber, no es un acto de raciocinio ...


“El poeta, que parte del no saber, reúne palabras con una significación final desconocida incluso para él”.


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“En poesía el lenguaje es el pensamiento pues el poeta no es consciente del significado final de sus palabras, aunque pueda tener una zona cerebral que sí sabe. Esto es lo que San Juan de la Cruz llamaba el no saber sabiendo”.



Y continua el poeta en su intención (el primer verso lo regala Dios) de escritura ... “irán apareciendo otras palabras generadas por la rítmica del lenguaje. Ese lenguaje interior rítmico es el pensamiento poético”.



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“Yo no sé lo que sé hasta que no me lo dicen mis propias palabras. La poesía es un hecho existencial y sólo secundariamente es literatura, es una realidad en sí misma”.



Así concebida la poesía, como una progresión rítmica de un lenguaje anormal, Gamoneda insiste en su escasa creencia en esa poesía que llama realismo ornamentado.



“Es un realismo meramente informativo, tendencias que utilizan un el lenguaje establecido, convencional, que es el lenguaje del poder y frente al que surge la insurgencia del lenguaje poético, que es el pensamiento poético. El lugar natural de las convicciones ideológicas no es el poema, es el mitin, los medios de comunicación, etc”.



Antonio Gamoneda

16 comentarios:

Anónimo dijo...

Me parece una recopilación impecable, necesaria e ilustradora. Como lo es el recorrer éste blog, esta ubicación desde la que espero encontrar grandísimas aportaciones.

Víktor Gómez Valentinos dijo...

Miguel:

Gracias por tu lectura. Gamoneda es mucho Gamoneda.

Aquí, en este blog, rincón de lectura y tertuliana amistad, encontrarás un poco de ésto y otro poco de aquello, que siempre está tamizado por mis limitaciones y preferencias.
Es un lugar para compartir palabras, ideales, acción cultural, conciencia, resistencia, verbos y versos, canalladas y sospechas... desde la más critica y leal actitud

Un abrazo grande

Víktor

Arturo Borra dijo...

Se agradece Víktor esta entrada, porque pone en discurso algo que circula en muchos de nosotros: la certeza de que escribimos sobre lo que desconocemos. Y si acaso nos animamos a poetizar sobre problemáticas como la injusticia y otras penurias del presente, no es con la convicción de estar revisitando regiones ya conocidas de una vez por todas, sino justamente al revés: es regresar a lo conocido para abrirlo a la interrogación y remitirlo, finalmente, a ese océano de desconocimiento en el que navegamos.

Un abrazo fuerte,
Arturo

PD: ¿De qué libro has extraído estas citas?

PD1: lo de Cortázar es una sincronía que celebro y sobre todo, que ayuda a seguir cuestionando ese culto al nombre que olvida los poemas mismos.

Víktor Gómez Valentinos dijo...

Querido Arturo:

Estas palabras, casi literales o literales las pronunció Gamoneda en Valencia, en abril de éste año y casi las repitió en Priego, porque son médula, ala y fondo de su sentir. Alguna frase las tenía entre mis apuntes y otras las he copiado de la prensa porque dicen (yo recuerdo bien) lo que oí en sus intervenciones varias.

Cortazar es un autor muy importante que en España viene siendo desantendido. Afina muy bien las ideas y las expresa con una originalidad apabullante.

Del olvido yo podría escribir una enciclopedia si no se me olvidase lo que escribir puedo.

Olvido más de lo que quisiera. Fíjate que el poemilla que publicarán en Chile los de Santillana si no me lo recuerdan quizá se hubiese perdido.

Un abrazo grande,

Tu Víktor

PERRO MALO dijo...

A mí el tema también me parece interesante. Yo, estoy enteramente de acuerdo con Gamoneda. Ahora bien, entiendo que su referencia al "realismo informativo" puede contener implícita o involuntariamente una crítica a cierto estilo de poesía caracterizada por las técnicas narrativas, veáse David González o el realismo sucio...
al respecto, el otro día leí unas declaraciones del editor de Baterbly, (y a propósito de la publicación de poemas inéditos de Faulkner) que es, gracias a los novelistas, que (ellos) venden poesía...
el tema no es sencillo, es decir, tal y como yo lo veo, la poesía ha de ser leída. por cuanta más gente mejor, el porqué tiene que ver también con quien la escribe. (Desarrollar esta idea me exigiría demasiado espacio). El caso es que las convicciones ideológicas quedan fuera del material poético, de acuerdo pero y, (¿también debemos resignarnos a escribir para lectores de poesía avezados? y excluir el, llamémoslo, pueblo llano). Es decir, en nuestro entorno cultural más próximo (península), la poesía, (por ejemplo, llamada del silencio), pasa, demasiado a menudo, por ser ininteligible para la mayoría del público.
La contribución de la poesía narrativa es indudable, ( y ésta también es poesía del conflicto...)

Víktor Gómez Valentinos dijo...

Arturo:

Vayamos por partes, que dijera Jack el destripador.

Lo que escribe David González o lo que escribe Antonio Orihuela, lo que escribe Safrika o lo que tú mismo escribes tiene sus lectores, tiene su valor cultural y comunicativo, por supuesto es políticamente feroz e insurrecto, aunque no en la medida lingüística sino más en la potencialidad testimonial y reflexiva. Hay poemas de David González muy buenos, algunos cierres que son un "pistoletazo en medio de un concierto". Os he escuchado leer poemas o prosas poéticas o versículos encabalgados tanto a Safri, como a tí, he escuchado a irónico y perspicaz Antonio Orihuela, al ínclito Uberto, al corajudo e impactante David, a vosotros, y no puedo sino admirar cómo la gente empatiza, se revuelve con vuestra escritura, se afilia a vuestra recitación y se suma a vuestro "aullido".

Pero Gamoneda habla de otra cosa, que no es habla, es lenguaje. Y un lenguaje poético, como creación, nos lleva a un no-lugar. No tiene que ver con lo que conversamos desde un habla coloquial o callejera o íntima. Antonio Gamoneda concibe la poesía como música, en cuanto a que no se corresponde a la narratividad a la que te refieres.

Estamos en un callejón sin salida, creo. Y lo importante, cuando estamos en un callejón sin salida es volver por donde hemos venido, hasta vislumbrar una encrucijada, en la intemperie. Y pararse ahí.

Como somos parte, como escribimos y nos posicionamos, tanto Gamoneda como tú hablais desde vuestra realidad, vuestra dedicación, vuestra buena voluntad, ferrea en sus principios estéticos y morales. Ahí os respeto, os admiro.

Si tuviera que posicionarme, si tuviera que mojarme, yo me siento hoy un lector de Mendez Rubio antes que de Antonio Orihuela. Con ello solo manifiesto mi preferencia como lector y si me apurar como escribidor incipiente y torpe. Pero no diré que el realismo sucio o la poesía para el pueblo llano sea innecesaria. Al revés. La palabra dada, como hacen los Once poetas críticos de la antología que el maestro Quique Falcón coordinara, me parece genial. Uno de sus aciertos es no romper la baraja o centrar la discusión sobre lo que ahora nos ocupa, sino en lo que a mi criterio es lo sustantivo y decisivo:

Escritura casada con los machacados o escritura hedonista de un individualismo neoliberal que huele a chanel o se autodenomina "maldito" como marca o cache.

La estupenda antología que LLuis Pons a dirigido para IslaVaria "Qué nos han hecho" tiene valor y fundamento. Lo cual no quita que sea más lineal, menos feraz que la que se publicó en Baile del Sol con los Once. Porque su corte entra en la división de poesía difícil o más directa y accesible.

Lo único que creo que no es defendible es que sea poesía, mejor poesía, más valida poesía la que alcance a más gente que la que se quede en unos pocos. Ese criterio es reaccionario y mercantilista. La poesía que llega a muchos, cojonudo. Y la que llega a unos pocos, cojonudo. Siempre que sean escrituras con oficio, una deontología no sospechosa de capitalismo, neofanatismo o neoescepticismo (esos dos extremos que se tocan y desvirtuan caminos para llegar a ser, a mejor ser) y una capacidad de conmoción que haga que el lector se replantee su vida, las vidas de los otros, lo excesivo de la egolatría y lo inaceptable de la hipocresía.

Orihuela, Stabile, Pons, González, Safri, Pérez Cañamares, son poetas que tienen una apuesta potente en lo moral y en lo estético.

Pero Arturo, entiende lo que Antonio Gamoneda propone a nivel de arte, propone, siente, que lo máximo, ya no lo mínimo o lo suficiente, hablamos de lo máximo, en cuanto a Ars poética es crear, crear de la nada, subvertir la sintáxis, superar la celda normativa del habla, del habla del amo, del habla de los mass media, de los políticos y de las estrellas de futbol. Crear desde un no-lugar, dónde las reglas y los mecanismos de lo fascista, del simulacro huelgan, son abolidos, superados.

Ejemplos:

Juan Carlos Mestre, con la Tumba de Keats o recientemente La Casa Roja.

Pedro Montealegre: Transversal

Antonio Méndez Rubio: Para no ver el fondo.

Antonio Gamoneda: Lápidas

Miguel Angel Curiel: Por efecto de las aguas.

Todos ellos estan en una escritura otra. Una escritura difícil. Pero amigo, creo, de corazón, que también lo fue la de Mallarme, Rimbaud, Lautremont, Beckket, o más cercanamente Valente, Olvido Garcia Valdes, Anibal Núñez...
y si ambas tradiciones sobreviven, son posibles y me parece que ambas necesarias, una opera bajo lo suficiente para considerarse arte poética y la otra sobre máximos. Hasta el punto de que la que opera sobre máximos filológicos y estéticos esta arriesgando hasta la vida (ej. Pizarnik, Anibal Núñez) y por supuesto son menos leídas por los ya escasos lectores de poesía mientras que las otras tienen como bien detectamos una mayor acogida por las gentes que conectan con menor esfuerzo su mensaje a través de formas más reconocibles, más socializadas.

Arturo, de corazón te agradezco tu intervención aquí, en éste nuestro blog, compañero. Me interpela tu claridad y dialógica comunicación.

Ahí va un abrazo grande y un beso para Safri.

Ya sabes que tengo hermanos, amigos, en ambos lados de la Palabra. Sin ir más lejos adoro la poesía y la persona de Ana Pérez Cañamares, respeto y me gusta gran parte de lo que escribe David González, y eso vale para Uberto, Lluis Pons y compañía. Y más aún necesitamos de su lucha y poesía en estos tiempos sombríos, de gran orfandad.

Tu Víktor

PERRO MALO dijo...

Yo soy el primero que comparto esa visión del arte. (Tengo escrito en algún sitio "te supuras en la no existencia"), lo que ocurre es que el discurso, (no el de Gamoneda precisamente) sino el de la confrontación de estilos tiene ciertas fisuras...
el introducir a David González tiene que ver con la autoridad que, creo, (por su trabajo y fecundidad) tiene y a propósito de sus últimas opiniones sobre nuestra poesía manca (y regañada)
Él se queja, al igual que hace Gamoneda, pero a su modo, de una, (otra) poesía anclada en tótems y símbolos, para él obsoletos y alude, claramente, a la recuperación por y para el pueblo...
la cuestión es es complicada (y por eso importante), a ver, lo poético, para mí, se engendra en lo individual (de ahí lo apolítico que no amoral), no en lo colectivo, y responde a una continuidad y a una coherencia sin las cuales, dificilmente existe. Pero esto implica riesgos, (yo lo se). Has dado algunos ejemplos significativos, yo añadiría: el poema continuo de Helbert, o el propio Gamoneda a partir de descripción de la mentira, un autor, muy significativo, por su trayectoria, Paul Celan...o el Cántico Cósmico de Cardenal.
nada de este material puede entenderse sin una referencia profunda a su autor como individuo.
Todo esto lo digo, insisto, desde un posicionamiento claramente afin a Gamoneda,( a quien debo mi pasión por la poesía), aunque en mi experiencia, he podido ya comprobar, como mi material narrativo, (una mínima parte en comparación con el todo), va a alcanzar una distribución cinco veces, sí, cinco veces mayor al resto de obra. En este sentido he de reivindicar a Cocó, Edu y Salva, que realizaron un acto de heroísmo desinteresado al editar mi primer libro, (por cierto prologado por Montealegre). Éste libro dice mucho más que cualquier otro mío, sin embargo es el que menos repercusión alcanzará. También porque la gente se me acerca y me dice, No he entendido nada. Bien.
Hablas de Gamoneda, (yo creía en su ,momento compartir con él una sensibilidad significativa, me explico, él por ejemplo habla del animal...y a su vez cita a Lezama Lima. Le escuché una vez explicar a qué asociaba dicha imagen y descubrí con gran sorpresa que Lezama, Gamoneda y yo hablamos de cosas distintas cuando referimos el animal o la luz.
Parece, sin embargo haber un goze estético...
perdona, en fin, mi talento para la divagación te impedirá comprender alguna idea consistente, sin embargo, ya digo, el tema es interesante y yo, de hecho me siento, especialmente implicado. (He decidido abandonar la poesía irracionalista), ya seguiremos el debate en algún sitio, por cierto, ya para acabar, el prólogo de Panero a uno de sus poemarios primeros es muy ilustrativo, algo así como "escribo para ser leído", comunicar, de eso se trata, no en vano, la genialidad de teoría o Cannaby Street no ha regresado, (aunque pocos la echan de menos)...

Víktor Gómez Valentinos dijo...

"¿Qué dos extremos de una cuerda pueden llegar a cerrarse formado un círculo? Tal es el caso. Se cuelga un poema, se descuelga, caen sobre lo imposible una sed de razón y su contrario, aquel que escucha y entiende, no sabe aún cómo."

Arturo:

Voy a pensar lo que me dices, y ya comentaremos. Lo que apunta David González tiene su razón, sitio y prioridad.

Si yo supiera...

No puedo renunciar a la poesía irracional, pero al escribir a menudo salgo de su extremo para acercarme a una fuente y beber o saludar a un amigo frente a una plaza.

"Directo e indirecto" me dijo hace un poco Eduardo Milan refiriendose a un poema que nadaba entre dos orillas. Vaya que sí.

Lezama, Gamoneda, Arturo Cons, seguro que la polisemia y la feraz posibilidad os alejan hasta los extremos de una cuerda. Quizá. Y también es poesible que si en vez de tirar se la deja a su propia inercia en algún momento nos sirva para saltar.

Nombras a Edu de Editorial Cocó, lo cual me parece por tu parte un acto de justicia poética. Pero yo insisto en que la única antología que se abre para unos los cabos y no para tensar cuerda es "Once poetas críticos". Las otras son todas, dignas defensoras de su tribu, clan, grupo de afines, en lo estétito. La afinidad que une a los once poetas críticos no es estética ni formal ni filológica, sino política. Y eso me parece inteligente. Eso me parece lo más necesario. Sobre gustos estéticos y la forma de la forma podremos discutir, converger o diverger. Pero lo que no deberíamos de dejar que nos desuna es la conciencia, la conciencia política, moral, de ser necesario cada uno como pueda y sepa de rechazar los principios antiéticos del NEOLIBERALISMO, de los diferentes FASCISMOS y estar de manera activa por los que sufren y son machados y quizá en su analfabetismo o simpleza jamás compren un libro de poesía o una novela como las que escriben Belen Gopegui o Eva Fernandez. Porque para mí, Arturo, si tuviesemos que atenernos a un orden de prioridades en la escritura, la primera sería para salvar de la desmemoria a los invisibilizados, para denunciar a los avasalladores y sus mastines feroces, para dar ánimo y acompañar a los inconsolables. Y después de eso, lo que quieras.


Un abrazote,

Buen jueves,

Viktor

ALICIA MARTÍNEZ dijo...

Guau! ¡Ya no sé si hacer referencia a las palabras y reflexiones de Gamoneda o al interesantísimo debate que habéis introducido!. Desde la barrera, como lectora, sólo añadir a vuestras reflexiones una idea (que quizás esté implícita en lo que habéis planteado, y yo, en mi ignorancia, no he sabido intuirla) No son excluyentes. Una y otra conceptualización de la poesía, y otra, y otra, y otra, son válidas y tienen su función, su tiempo.

Feliz de leer tan denso debate. Un abrazo a todos.

PERRO MALO dijo...

Perdona, ya acabo, no insistiré más pero no puedo dejar de responderte...
tu prioridad en la escritura pasa por tomar partido ideológico, ¿correcto?, bien, pues, en ese preciso aspecto no estás de acuerdo con Gamoneda, ¿no?, es decir, él habla del pensamiento poético, (apolítico) y añade que el lugar de las convicciones NO es el poema.
Yo estoy de acuerdo, y soy individualista, (pero no por ello neoliberal, ni mucho menos). Mi lucha política la llevo con discrección, (perdón), creo que la política no concierne a la semántica sino a los hechos. Por supuesto, tanto los once como tú sostenéis un discurso de lo más legítimo, pero yo, como le dije en su día a Kike Falcón, creo que escribir es ya de por sí un acto político, (independientemente de lo que se escriba, dentro de un límite)
el individualismo es una forma de lucha. (Para mí la literatura debe ser recreativa, no política, pero tampoco neutral, (no confundir)
yo, lo resumo todo, con una frase de mi abuela, (Consuelo): "lo importante, es dormir con la conciencia tranquila"

creo que, sin embargo estamos más de acuerdo de lo que parece.
No atosigo más que ya he soltado bastante rollo.

Víktor Gómez Valentinos dijo...

Arturo:

Individualista es contrario de individuo, como hablar de lo interior es diferente de interiorizar para desde ahí versar.

No una postura ideológica, sino sentimental, afectiva, que es lo efectivo es lo que yo pretendía transmitirte. Las ideologías, con sus matices y contrarios también pueden separarnos, hacernos diverger. Converger es siempre vía lo afectivo, una espiritualidad del cuerpo a cuerpo en la que por encima de lo ya pensado y lo ya burocratizado está lo por sentir, lo por compartir. Y lo por sentir y compartir es una lucha común contra el lenguaje domésticado por el poder y la falacia de la apolítica o neutralidad.

"... habla del pensamiento poético, (apolítico) y añade que el lugar de las convicciones NO es el poema." me comentas refiriendote a Gamoneda y suponiendo que estoy léjos de su pensamiento. Pero yo no lo veo, no lo siento así, Arturo, de verdad. Creo que justamente porque mis convicciones y conciencia intentan ser coherentes con la escritura, justo por eso, aprecio la poesía de Gamoneda, a veces tan difícil, otras tan surrealista, nunca explicita y clara como la del individualismo que me argulles para tu poesía.

Que mi prioridad sea política no quiere decir que la poesía sea un manifiesto o panfleto. Más bien es desde un 'antipoder' desde donde quisiera intentar crear poesía, desde un no saber sabiendo. Pero por otro lado, admito que me gustan poemas y poetas más realistas, aunque creo que en eso del realismo también hay confusiones que entorpecen la comprensión de un autor y sus textos.

¿Se es más realista por escribir desde la primera persona e introducir elementos cotidianos en el texto? ¿por hablar en jerga coloquial? Creo que no. Eso ya lo hacen las series televisivas como "Los hombres de Paco".

Arturo, yo no soy un lector gamonediano o gelmaniano exclusivamente, ni hablo desde un fundamentalismo sectario. Quiero reseñar que apenas sé como resolver el conflicto de "poesía y realidad". No estoy para dar lecciones sino para recibirlas.

Quisiera que mi vida fuera coherente y la escritura complice y compañera de esa coherencia entre pensamiento y vida, una suerte de moral que no se quebrara por los cuatro costados. Aspiro pues a una eticidad cívica, fraterna, de la generosidad y la amabilidad. Escribir desde ahí sin decir igual o lo mismo que los sátrapas. Escribir desde una ética es otra cosa a escribir de ética.

Yo me quedaré con Roque Dalton, cuando preguntaba ¿de parte de quien está el poeta? después de haber expuesto la cruda realidad marginal de muchos.

No creo que dormir tranquilo sea garantía de nada, ni en si un hecho para poder estar en el quicio. Pero en cualquier caso me alegra esta conversación que me hace replantearme que creo, espero, pienso, dudo sobre todo esto en lo que nos hemos encaminado por motu propio, voluntaria y apasionadamente.


Un abrazote,

Víktor

Víktor Gómez Valentinos dijo...

Alicia:

Arturo es un excelente conversador, qué apura el sentido último de las palabras y la vida, qué busca detrás de cada circunstancia o hecho el hecho en sí, la palabra otra, tan evasiva como precisa. Lo hace desde una poesía intimista y a la vez desnuda, que no oculta pero sin recrea lo que se vive por dentro y lo que sale afuera en forma de daga, beso, ira, ironía, alianza o descrédito.

Su posicionamiento me interpela. En mucho creo que compartimos fondo y finalidad. Tenemos también algunas notas diferenciadoras. Eso hace de la conversación con él una impagable escuela, una enriquecedora "palabra con palabra dada".

Jamás imaginé que iniciara esta charla, pero qué bueno, caray, qué agudo y puntualizador, qué necesario compartir.

La música como sabemos, no se consigue por acordes idénticos y monótonos, sino por la relación armonica de contrarios.

Ahí estamos,

Un beset, Ali, nos vemos esta tarde

Víktor

Durandarte dijo...

Me han parecido enriquecedoras vuestras aportaciones. Aplaudo el respeto y la moderación mostrados en un asunto que tantas broncas
ha propiciado en ciertos círculos. Hoy parecen superadas esas banderías que hacían perder los papeles a autores por los que he sentido grandísima
admiración. Creo que el poema sólo rinde cuentas con el poema, que exige siempre la excelencia; ésta surge de una combinación precisa e inalterable, y puede
aparecer en un poema "veneciano" y decadente o en la urgencia de unos versos de denuncia. Conozco mis inclinaciones poéticas, por eso mismo nada
me produce mayor placer que el hallazgo en tierra extraña, el prejuicio que salta en pedazos.

Salud

P.

Víktor Gómez Valentinos dijo...

Durandarte:

Me parece acertadísima tu exposición y discernimiento. Y concuerdo esencialmente con el criterio de suficiencia del poema por el poema en si.

Y yo también disfruto cuando descubro un poemazo en las afueras de mi gusto o camino. Son las mejores frutas, aquellas que cojermos en huerto ajeno.

Un abrazote

Víktor

Poesia dijo...

Bueno después de leer todo lo dicho en el hilo pocas cosas puedo decir que no se hayan dicho ya, pero me pregunto entonces, para que la poesia?
Quiero decir por el debate que habéis mantenido Arturo y Viktor, y creo que Víktor estás en lo cierto al decir que lo importante es que llegue. Ya está bien, hay que romper con el tópico de que la poesía es sólo para unos pocos, también con el prejuicio de que la poesía es lo que hacen los poetas porque sabemos aquí todos que la poesía está en todos lados hasta el punto de que no se entiende la literatura, no es posible la literatura, sin poesia.
Debe llegar a todos? Pues sí. Es evidente que no se va a leer un poema como se lee una novela, porque para empezar la entrada en un poema es no racional y pide al lector una interpretación, pero eso es justamente lo que tiene el poema de emotivo, de inmediato...
Esto también se ha dicho pero no hay que confundir una poesía más narrativa, esencialista o que nos ensenya a vivir desde la experiencia, con el hecho de que llegue a más gente, y una poesía más lírica, quizás más trabajada estéticamente (aunque no tiene porque ser así) con el hecho de que llegue a menos. Esto ya no sirve.
No creo que Gamoneda se refiera exactamente a eso en sus palabras.
Lo que una aprende leyendo estos debates, muy, muy interesantes.

Víktor Gómez Valentinos dijo...

Jenni:

Pues creo que si has dicho más. Si que das otro paso, salto, alcance en la inacabable dicotomía planteada en pro de una ú otra manera de concebir poesía y comunicación, poesía y vida, arte y compromiso.

Lento lo releo y divagaré sobre lo que defiendes, con tanta bonhomía como humildad.

Gracias por sumar.

Un beset

Víktor