domingo, 9 de diciembre de 2007

Witold Gombrowicz y la inmadurez





---




Para Witold Gombrowicz (1904-1969), existían dos tipos de inmadurez: la de grado 1, inherente a la condición humana, muy sana y saludable; y la de grado 2, artificial y fabricada por el miedo a crearse a uno mismo, a ser alguien y convertirse en persona mientras el caudal interior aflora y choca contra la realidad.

















En general, la industria de la cultura fomenta con tanto denuedo el segundo tipo de inmadurez que, en sus vidrieras mediáticas, termina escaseando la de grado 1, es decir, la que da una medida aproximada sobre la dificultad de ser hombre y habla del deseo vital de éste por crecer como persona. Por esta razón, para Witoldo —así lo llamaban sus amigos argentinos—, la cultura que practicaban muchos de los escritores de su tiempo, y que la mayoría de los editores vendía, era un producto de consumo más para la clase media. Se trataba ésta de una cultura inocua y burguesa que carecía del ímpetu necesario, según Gombrowicz, para estallar contra las imposiciones de los mafiosillos intelectuales de turno y sus seguidores.



Según este escritor polaco pero casi argentino, ignorado por Los Grandes Escritores de su época —aunque casi le gana el Nobel a Beckett—, la cultura es el instrumento favorito con que los filósofos, escritores, poetas y demás cáfila de letrados se construyan una desesperada y mediocre realidad a su medida, dada su ineptitud para abrirse paso en la selva espiritual que significa ser hombre. Más o menos esto lo decía Witoldo allá por 1960... Aquellas palabras, por heréticas que parezcan, no han perdido vigencia (especialmente si uno escucha o lee esas jergas casi cortazarianoguíglicas que se han inventado los sociólogos y psicoanalistas).



Con esas ideas tan peregrinas era normal que hasta 2005, y por imperativo comercial, no encontrara Gombrowicz un lugar en las librerías argentinas. Claro, el año pasado cumplió cien años, y últimamente las editoriales aprovechan cualquier excusa para reeditar lo que les viene en gana. Cosas de la mercadotecnia cultural.



A continuación, algunas reflexiones del escritor.



*


Es un hecho que los hombres están obligados a ocultar su inmadurez, pues a la exteriorización sólo se presta lo que ya está maduro en nosotros. [Mi novela] Ferdydurke plantea esta pregunta: ¿no veis que vuestra madurez exterior es una ficción y que todo lo que podéis expresar no corresponde a vuestra realidad íntima? Mientras fingís ser maduros vivís, en realidad, en un mundo bien distinto. Si no lográis juntar de algún modo más estrecho esos dos mundos, la cultura será siempre para vosotros un instrumento de engaño.



*



Ferdydurke no sólo se ocupa de lo que podríamos llamar la inmadurez natural del hombre, sino, ante todo, de la inmadurez lograda por medios artificiales: es decir, que un hombre empuja al otro a la inmadurez y que también —¡qué raro!— del mismo modo actúa la cultura. Existen muchas razones por las cuales uno tiene interés en que otro caiga en la inmadurez, pero la más importante es nuestro amor por la inmadurez en sí. Ahora, la cultura infantiliza al hombre porque ella tiende a desarrollarse mecánicamente y por lo tanto le supera y se aleja de él.



*



Si yo, hablando con Fulano, trato siempre de ser lo mejor educado posible y él hace lo mismo respecto de mí, nuestra conversación pronto se volverá tan bien educada que terminaremos por sentirnos muy molestos; y eso es lo que ocurre con nuestro arte que se vuelve demasiado artístico, con nuestra sutileza que se vuelve demasiado sutil o nuestro heroísmo que se vuelve demasiado heroico. ¿Qué nos queda entonces por hacer? Estamos en la situación de un niño que se ve obligado a llevar un traje demasiado grande para él y en el cual se siente incómodo y ridículo; el niño no puede quitárselo puesto que no tiene ningún otro, pero, por lo menos, puede proclamar en voz bien alta que el traje no está hecho a su medida, y de tal modo establecerá una distancia entre el traje y su persona.



*



Cuando logremos compenetrarnos bien con la idea de que nunca somos ni podemos ser auténticos, que todo lo que nos define —sean nuestros actos, pensamientos o sentimientos— no proviene directamente de nosotros sino que es un producto del choque entre nuestro yo y la realidad exterior, fruto de una constante adaptación, entonces a lo mejor la cultura se nos volverá menos cargante.



*



El arte es ante todo cuestión de amor; si queréis conocer la verdadera posición del artista preguntad: ¿de qué está enamorado?



*



El alma de la obra está en todas partes y si la queréis pescar fijaos no en teorías sino en vuestra experiencia cotidiana.



*



Parece que no hay termino medio entre esas dos catástrofes: o ser inteligente, fino y estéril, o dedicarse a los simplismos del realismo marxista. No se ha inventado todavía un modo de ser profundo y vital. ¿Habrá dos o tres talentos capaces de romper esa jaula? Quizá todavía no se han concentrado en la voluntad de crearse a sí mismos como destructores de este Sahara.



*



Evocando a GombrowiczRecopilación y fotos de Miguel GrinbergEditorial Galerna - Mutantia, 167 páginasLos fragmentos extraídos pertenecen a los prólogos de la novela Ferdydurke y la obra de teatro El casamiento, de WG, y del artículo Pompa y Circunstancia, de Miguel GrinbergLos dibujos son de Marino Betelú, amigo de Witoldo.






ETNOPOESIA: deja que los niños desentierren huesos debajo de la plaza. Jerome Rôthemberg



------




Dispersa la memoria en la sangre del músculo:




la lengua, el músculo que habla


con la cordillera de los muertos


(¿cordillera absoluta, eternidad?)




Ejercicio del profeta:


fijar los ojos del pasado


en el sonido de las rocas


chocando con el agua.




Otro ejercicio:


con el corazón en luto


trascender el tiempo


y colgarse del dolor.




Mi lengua habló (¿hablaba?)


porque todos querían saber si nevaría,


si llegarían guanacos.


Narrador del futuro,


¿trazarán estas palabras la caída


de una estrella fugaz


invocando a los muertos?


Nadie enduela su voz como plegaria,


Carlos Juárez Aldazábal




Tantalia/crawl, Buenos Aires, 2003




LA OTRA GENERACION DEL 27 (II): ADOLFO SANCHEZ VAZQUEZ

-------
------

Lienzo de Van Gogh, época final de su vida: "cuervos sobre campo de trigo"
----
---




SENTENCIA





Si el árbol de la sangre se secara
y el corazón, ya seco y sin latido,
fuera polvo total, norte abolido,
que nadie en este mundo recordara;


----


si el alma sin soporte se quedara
y la tierra, materia del olvido,
de muertos se cubriera y lo podrido
en un bosque de heridas germinara;


----


si el crimen no tuviera más oficio
que escarbar en la tierra desolada
para dejar al mundo su simiente,


----


la dulce brisa, el leve precipicio
tornaríanse, al fin, en cuchillada
o en abismo mortal para su frente.


Adolfo Sánchez Vázquez








----


----





BIOGRAFIA en wikipedia





Adolfo Sánchez Vázquez (nacido en Algeciras, (Cádiz), España, el 17 de septiembre de 1915) es un filósofo, escritor y profesor mexicano nacido en España.
Tras estudiar Filosofía en la Universidad de Madrid, emigró a México en 1939 junto a otros miles de intelectuales, científicos y artistas, tras la caída de la Segunda República Española, tras la Guerra Civil. Obtuvo un doctorado en Filosofía por la Universidad Nacional Autónoma de México, donde actualmente imparte clases como profesor emérito. Fue Presidente de la Asociación Mexicana de Filosofia. Adoptó una versión abierta, renovadora, crítica y no dogmática del marxismo. Con respecto a la ética, se opone al normativismo.





-----


-----





Extra





"Que el pasado no pasa enteramente


y el que olvida su paso, su presencia,


desterrado no está, sino enterrado."





Adolfo Sánchez Vázquez

LA OTRA GENERACION DEL 27 (I): LARREA E HINOJOSA


JUAN LARREA, difícil de ver en internet, pero que a través del blog http://lamujersinatributos.blogspot.com/ he podido rescatar uno de sus poemas curiosos.

----


Lentitud de mi locura


Un pie de sombra resignado a emitir flores
más pesado que un diccionario abierto en la palabra tortuga
la noche
el espesor de un sentimiento que empieza a ser compartido
los hilos de conversación de los que cuelgan mis manos
la lluvia
mi cabeza destilando largos búhos
todo esta tejido

ah! y las espigas de ciertos reflejos.


En francés, idioma en el que fue escrito por Juan Larrea, dice:

Lentitud de ma folie


Un pied de l´ombre résigné à émettre des fleurs
plus lourd qu´un dictionnaire ouvert au mot tortue
la nuit
l´epaisseur d´un sentiment qui commence à être partagé
la pluie
ma tête distillant de longs hibous
c´est tout

tissuah! et les épis de quelques réfléxes.


traducción de Luis Felipe Vivanco


-----


En Wikipedia


Juan Larrea (Bilbao, 1895 - Córdoba, Argentina, 1980): poeta y pensador español. Se le considera una de las figuras mayores de la poesía vanguardista española


Biografía [editar]
Nace el
13 de marzo de 1895 en Bilbao (España). A través de Gerardo Diego y Vicente Huidobro, el joven Larrea queda fascinado por la poesía, en la que busca una salida a la realidad mediocre que le rodea. Aunque tiene una vida relativamente desahogada como archivero y bibliotecario, su descontento con el entorno y consigo mismo le lleva a emprender una doble huida: primero a París, donde abandona el español como lengua de creación y adopta el francés. Crea allí, junto a su amigo César Vallejo, la revista Favorables París Poema. La segunda fase de su huida le llevará al Nuevo Mundo, cuyas culturas precolombinas estudia con fervor. En 1932 abandona la creación poética. Tras la Guerra Civil, se exilia definitivamente en América y emprende una obra ensayística de gran calado, en la que destacan sus estudios sobre César Vallejo, Vicente Huidobro, el surrealismo, el Guernica de Picasso y Machu Picchu.
La vida de Larrea es una sucesión de coincidencias significativas, al modo del
azar objetivo surrealista. Interpretó los accidentes de la misma (y de la sociedad en su conjunto) como la manifestación de una voluntad o necesidad superior, que hacía necesaria una enorme crisis material y espiritual (manifestada en las vanguardias y las dos Guerras Mundiales). Tras sus convulsiones emergería un Nuevo Mundo espiritual (identificado en buena medida con el Nuevo Mundo físico: América), del que varios artistas (Rubén Darío, Vicente Huidobro, él mismo) habían sido, conscientemente o no, profetas.
Como poeta, su popularidad ha sufrido un sino singular: tras un inicio prometedor (su amigo
Gerardo Diego le otorgó un puesto destacado en su Antología, divulgando así unos poemas notables pero escasos), su exilio hizo de él un práctico desconocido en España. Sin embargo, a finales de los años 60 un nuevo interés por el surrealismo y las vanguardias lleva a la publicación de la obra poética completa de Larrea (traducida en su mayor parte del francés), primero en Italia y luego en España, con el título de Versión celeste.
Se redescubre así a Larrea, a quien muchos críticos proclaman entonces el mayor poeta de vanguardia español. Por la audacia de sus imágenes estudiosos como Vittorio Bodini intentan adscribirlo al
surrealismo, movimiento de cuyos presupuestos teóricos se siente, sin embargo, muy lejano. Tampoco prospera la tentativa de incluirle en la Generación del 27, pues no tuvo contacto con la mayoría de sus integrantes. En opinión del propio Larrea, la etiqueta que mejor le cuadra es la genérica de ultraísta, pues su trayectoria fue un intento constante de ir ultra ("más allá") del entorno vital y social que le oprimía.
Tras su muerte, acaecida el
9 de julio de 1980, la obra de Larrea, sobre todo la ensayística, vuelve a una cierta oscuridad. Su poesía conserva su prestigio, pero constituye más un "poeta de culto" que un artista realmente influyente. La deriva realista de la poesía española reciente y la dificultad exigente de sus versos han ayudado a que así sea.

Estilo [editar]
La obra poética de Larrea se caracteriza por el
irracionalismo radical de su discurso, que sin embargo conserva siempre una sintaxis lúcida y cristalina, muy lejana al fluido de conciencia o los intentos más o menos fieles de escritura automática de otros poetas de vanguardia. A menudo, sus versos son verdaderas máximas, destilados de una lógica peculiar pero impecable:
Por su propio peso la tristeza baja los grados de la escala social
Lo imposible se vuelve, muy poco a poco, inevitable.

------

------

------

------

------




---

ERÓTICA IMPREVISTA
---


Hundido entre juncales,
eludí la pasión
de la mujer sin carne.

Eludí la pasión,
dentro de mi ramaje
y sin quererlo yo.

Perdida entre arenales
la mujer, ya voló
mi carne con su carne.

José Mª Hinojosa


----
----
----

BIOGRAFIA en wikipedia


Perteneciente a una rica familia de hacendados, mostró desde muy temprano su inclinación por las letras y la política, cursando con brillantez sus estudios de Derecho en la ciudad de Granada donde se licenció años más tarde. Empieza a escribir poesía en 1923, y sus primeros libros, Poema del campo (Madrid, 1925) y Poesía de perfil (París, 1926) poseen una índole arcádica y simbolista, influida por Juan Ramón Jiménez, en arte menor. Atraído por las vanguardias, pero también para estudiar francés en la Sorbona, viajó a Francia en 1925, trabando amistad con la joven generación de pintores (entre los españoles, los de la Escuela de París: Joaquín Peinado, Bores, Ángeles Ortiz, Benjamín Palencia...) y escritores de su época (el escritor cubano José María Chacón, el hispanista francés Jean Cassou) y asimilando las estéticas de vanguardia, entre ellas el Surrealismo. A su regreso a España Emilio Prados le presenta al grupo del 27 activo en la Residencia de Estudiantes (Salvador Dalí, Luis Buñuel, Rafael Alberti, Federico García Lorca, Luis Cernuda) y del Novecentismo (Juan Ramón Jiménez, José Bergamín) colaborando activamente en revistas en el grupo formado por los poetas del 27 de Málaga, Emilio Prados y Manuel Altolaguirre; su primera aventura literaria fueron los cuatro números publicados de la revista malagueña Ambos (1923), realizada junto a Manuel Altolaguirre, José María Souvirón y Emilio Prados, resultando algo así como un ensayo precursor de la gran revista literaria del 27 en Málaga, Litoral. Publica su libro poético La rosa de los vientos (Málaga, 1927), donde es patente la huella del creacionismo y el ultraísmo. Los libros de Hinojosa aparecieron en bellas ediciones de autor con ilustraciones de Dalí, Bores, Benjamín Palencia o Moreno Villa. En 1928, tras una breve estancia en Londres, se traslada a la Unión Soviética con José Bergamín y vuelve desilusionado de los logros de la revolución. Él protegió a Dalí y a Gala cuando pasaron unas vacaciones en Torremolinos (1928) tras escaparse de Paul Éluard. Publica un libro de poesía surrealista, La flor de Californía (sic) (Madrid, abril de 1928). En el libro hay reminiscencias de Los cantos de Maldoror, de Isidore Ducasse, conde de Lautréamont, y chispazos poéticos humorísticos inspirados por Ramón Gómez de la Serna. En su segudna parte, "Textos oníricos", desaparece ahora la leve trama argumental de los capítulos iniciales y el relato se convierte en poema en prosa, en un ejercicio de escritura automática plenamente surrealista.
Poco a poco se distancia de sus compañeros del 27. Tras la publicación de su último libro, La sangre en libertad, en 1931, también surrealista, abandona la literatura. Un año antes había comenzado su relación, con muchas fluctuaciones sentimentales, con Ana Freüller Valls. En 1932 inicia una intensa actividad política en partidos conservadores. Esto motiva que sea encarcelado por las autoridades republicanas en julio de 1936; el 22 de agosto, tras un bombardeo de los sublevados, es asaltada la cárcel por un grupo de milicianos
anarquistas y medio centenar de presos –el poeta, su padre y su hermano, también un hermano de Manuel Altolaguirre– serán fusilados como represalia ante las tapias del cementerio ese mismo día.