martes, 16 de octubre de 2007

ANGEL GONZALEZ: 1954, un hombre solo

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Este es el poeta preferido de mi amigo Fran Garcia (La cueva nítida) y conociendo su calidad de lector y persona, es mucho decir... yo le voy leyendo y voy descubriendo bajo un esplendido tronco, una frondosa copa, las raíces.















Aquí, Madrid, mil novecientos


cincuenta y cuatro: un hombre solo.


Un hombre lleno de febrero,


ávido de domingos luminosos,


caminando hacia marzo paso a paso,


hacia el marzo del viento y de los rojos


horizontes - y la reciente primavera


ya en la frontera de abril lluvioso...-


Aquí, Madrid, entre tranvías


y reflejos, un hombre: un hombre sólo.


- Más tarde vendrá mayo y luego junio,


y después julio y, al final, agosto.


Un hombre con un año para nada




delante de su hastío para todo.








Ángel Gonzalez

2 comentarios:

Ana María Espinosa dijo...

¡Menudo paseito nos deja
Angel González por las estaciones!
Ingenio y crudeza a tope y también
melancolía.

Buen ojo
el de tu amigo Fran García.

Víktor Gómez Valentinos dijo...

Intuyo que la postguerra fue una infancia en grises tonos, una vida de paredes altas y techos de cemento, por donde el corazón ni soñar siquiera sabía, en tanto que el cuerpo reclamaba papo y el alma otra verdad menos traicionera que las sotanas y los uniformes de legionario.

En ese tiempo, para un pájaro inquieto estar encerrado en las rutinas de un país sin palabras libres, sin libres pensares y entresoñares, debía ser de tal apatía que hasta ennegrecían los dientes de leche y el fondo de los ojos.

Áspero mundo para un poeta angelicalmente Gonzalez, que para llamarse así, forjo desde su pecho una cantera de amores y palabras tan caudalosas como audaces, briosas y musicales.

Me alegra que te gustase, Ana, porque es otra afinidad y un compartido son.


Tu Viktor