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Te cabe en cada ojo una aldea muy pequeña
una pincelada azul de paredes que se cortan a cuchillo,
una aspereza de piedra que empieza a confundirse
con el hueso que aflora en la piel al abrazarnos.
Porque tú vives en cada rincón de la lluvia
y el agua ignota borra los perfiles de tu nombre
yo te salgo al paso desde el frío de patios profundos,
apurando lentamente una distancia de muertos,
saboreando la amargura solitaria de los cuartos...
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Yo me acerco a ti inerme como el silencio de los velatorios,
tímido como el ala de un labio que no adivina su contorno,
sumiso como el hielo que duerme en lo alto de las catedrales,
banal como el humo que persigue el vuelo de las mariposas.
Yo me acerco a ti roto de luz como el corazón de los veleros.
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Diego López Estrems (Alboraia, Valencia, 1968) es filósofo y poeta, autor de los libros POemas, Vísperas del gozo y Las cosas necesarias.
2 comentarios:
Víctor:
Pero ¡qué bien te ha sentado
estar en silencio unos días!
pues todo lo que nos estás
dejando son estrellas,
pequeños ámbares de grandes
almas.
Todo un acierto.
Felicidades compañero.
Reposar y leer es en realidad lo provechoso. Y compartir, con/versar y si se tercia tomar unos vinitos y dejarse ir por la fraterna palabra y la complicidad de contrarios:
música.
Un abrazote, compa
Tu Viktor
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