miércoles, 4 de julio de 2007

MARTIN DESCALZO FRENTE A LA MUERTE






(“Testamento del Pájaro Solitario”, 1991):


Antes que sus amigos, se enteraron
de su muerte las cosas, las queridas
cosas que tanto amó, que, sorprendidas,
a su cuerpo caído se acercaron.
"¿Por qué no ríe ya?", se preguntaron
los bolígrafos viudos, las dormidas
librerías, las sábanas caídas
que por última noche le arroparon?
Todo esperaba el roce de sus dedos,
todos querían volver a su mano,
porque, en su muerte, todos se morían.
Y allí quedaron los objetos quedos,
acariciando al pobre muerto humano
con los últimos besos que tenían.



Jose Luis Martin Descalzo


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José Luis Martin Descalzo (periodista, sacerdote, autor dramático, ensayista, poeta) Nace en 1930 en Madridejos (Toledo) y muere de una grave y larga enfermedad renal en 1991. Destaca su sincera generosidad, su alegría incluso en los momentos más dificiles de su vida y la esperanza que transmitía con sencillez y la autoridad de quien ama limpiamente, sin soberbia, sin exclusión, con convencimiento. Como escritor dejo páginas estupendas en articulos periodísticos que luego se recogieron en tres contundentes libros "Razones para la alegría", "Razones para la esperanza" y "Razones para el amor". El Testamento del pájaro solitario fue su último poemario y nace de esa entretejida experiencia del escritor y del enfermo crónico. Y sobre el soporte de San Juan de la Cruz y con campamento base en su propia degeneración física aborda con integridad y coraje su viaje hacia la muerte. Yo le admiraba profundamente y su lectura acompañó muchas noches de mi juventud. Su utópico sentido del cristianismo es la llama que aún mantiene mi corazón. Porque es la utopía ese "lugar sin lugar" donde habita mi esperanza.

Viktor Gómez

2 comentarios:

Ana María Espinosa dijo...

"porque, en su muerte,
todos se morían".

Un poema impresionante
éste, de José Luis
Martín Delcalzo.

Las cosas que se quedan huérfanas
impregnadas del ser que nos dejó,
esos objetos entrañables que nos
reencuentran con el ser querido.

Víktor Gómez Valentinos dijo...

¿Qué decir si lo has dicho cómo lo siento?

Asi es Ana,


Tu Viktor