miércoles, 25 de abril de 2007

EDUARDO MILAN: RIZOMAR EN VERSO A LA INTEMPERIE



No digan sus patas lo que no canté...


No digan sus patas lo que no canté.


Que las patas de los caballos no hablen por mí.


No soy el amante de la velocidad rizomada,


no es mía esa pelambre. No soy el fascinado por los haces


de luz que se refracta y se refracta,


haceres de cuenta de una deuda infinita,


ése son los demás, hacedores de nocturnos.


No hablen las patas por las palabras que no pude,


calle la caballería del insomnio.

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