jueves, 29 de marzo de 2007

JORGE RIECHMAN



Elogio de la superviviente

En tu cuerpo, escrito:

la infancia como una enorme sala húmeda

hospitales donde trasplantan cicatrices

una temible aguja que se abreva en tu piel

terror a cruzar puentes sobre las autopistas

diez años de indagación sobre el suicidio

desamor golpes y la más extrema

clandestinidad del llanto.

El cuerpo del deseo es el del sufrimiento.

Ahora yo también escribo en él

con esperma y con besos, arrastrando las sílabas.

Francamente: eres tan hermosa

que todas las mujeres son hermosas.

Nace mi lengua en tu boca de tabaco tibio.

Pero esto te lo diré de otra manera:

no hay más derrota que el morir, la muerte

de un solo trago o a sorbos. Y hasta entonces

sigue tu música y la lucha sigue.

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